En apenas 26 días, las brigadas del área de Control de Vectores del Ministerio de Salud realizaron más de 1.000 relevamientos contra el dengue en San Luis, una tarea clave para geolocalizar criaderos potenciales del mosquito Aedes aegypti. El operativo alcanzó viviendas, comercios, industrias, fábricas y espacios públicos estratégicos.
La información recabada permitirá priorizar acciones de saneamiento junto a los municipios, como el desmalezamiento, la eliminación de recipientes con agua estancada, el descacharrado y la limpieza urbana.
Estas tareas forman parte del Plan Provincial Integral de Prevención, Control y Asistencia contra el Dengue 2025-2026, recientemente lanzado por el Gobierno provincial. Con los datos sistematizados, se elaboró un mapa de riesgo ambiental que clasifica las zonas “rojas”, es decir, los puntos con mayor probabilidad de proliferación del vector.
La magnitud del operativo no solo demuestra capacidad logística, sino también una estrategia sanitaria anticipada y sostenida, clave frente al aumento de temperaturas y las condiciones ambientales favorables para la reproducción del mosquito.
Durante la temporada anterior (2024–2025), San Luis logró reducir un 98% los casos de dengue respecto de 2023. En total, se notificaron 418 casos sospechosos, de los cuales 67 fueron confirmados por laboratorio, sin registrar muertes. Un desempeño notable frente a la media nacional y un antecedente alentador que da sustento al nuevo plan.
El Plan Dengue 2025–2026 se apoya en tres pilares fundamentales:
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Prevención continua, con descacharrado permanente, capacitación y campañas de comunicación masiva.
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Respuesta temprana, mediante bloqueos focales, control domiciliario y búsqueda activa de febriles.
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Acción intensiva frente a brotes, con fumigaciones espaciales y refuerzo sanitario.
Cada línea de acción se ejecuta de forma articulada entre Salud, los municipios y la comunidad. Esa coordinación es vital para sostener la baja incidencia alcanzada y evitar rebrotes.
‘Barrio Sin Dengue’: tecnología al servicio de la salud pública
Una de las herramientas centrales del operativo es la aplicación ‘Barrio Sin Dengue’, desarrollada por el Gobierno de San Luis para monitorear en tiempo real los focos de riesgo ambiental.
A través de esta app, los operarios registran coordenadas exactas de los lugares con agua acumulada, malezas u objetos en desuso, generando un mapa digital actualizado de los criaderos potenciales.
Cada visita incluye un formulario estructurado que clasifica el tipo de alerta (agua estancada, recipientes inactivos, vegetación densa) y asigna puntajes de riesgo. Los reportes son verificados por equipos técnicos de Salud antes de integrarse al mapa oficial.
Con el mapa consolidado, la dirección de Epidemiología comparte la información con las intendencias locales, que refuerzan las tareas de limpieza y descacharrado en los puntos rojos. Este esquema de cooperación entre Provincia y municipios se volvió la columna vertebral del plan sanitario.
En paralelo, el Ministerio de Salud mantiene su llamado a la comunidad: eliminar objetos en desuso, mantener patios limpios y evitar el agua estancada son acciones tan simples como decisivas.
El descacharrado domiciliario permanente es la barrera más efectiva para impedir que el mosquito se reproduzca y ponga en riesgo a las familias.
La estrategia de San Luis frente al dengue demuestra que la prevención empieza en casa, pero se multiplica con gestión, datos y compromiso colectivo. Con tecnología, planificación y trabajo territorial, la provincia avanza en un modelo sanitario que combina ciencia y acción concret