Ocurrió en Villa Mercedes; al imputado lo buscaban en Mendoza.
Federico Ariel Giamportone tiene un rosario de antecedentes penales en su Mendoza natal. Y, en su paso por Villa Mercedes, también dejó su marca. Además de violar la ley con el simple hecho de estar en otra provincia, porque tenía un pedido de captura vigente, aprovechó el preciso instante en el que un hombre dejó las llaves puestas en su auto e intentó robarlo. Pero lo peor es que en el interior del rodado estaba el hijo del dueño del coche, al que trató de callar a golpes.
La fiscal instructora Daniela Torres ya se comunicó con la fiscalía mendocina que lleva adelante la causa por evasión por la que era buscado el hombre de 34 años. El contacto fue para gestionar el traslado de Giamportone a su provincia. Pero antes de que sea extraditado, seguramente la fiscal de Villa Mercedes le formulará cargos por el delito de «Robo en grado de tentativa».
El hurto por el que fue aprehendido sucedió durante la tarde, en Pedernera al 1200. La víctima había estacionado su coche allí con las llaves puestas, los vidrios de las ventanillas bajos y, adentro, a su hijo de unos 12 años entretenido con el celular.
A poco de alejarse empezó a oír los gritos de su hijo y, después, los de otras personas en la calle. Cuando llegó Giamportone, al estilo de un «descuidista», había entrado a su auto y lo había encendido. En el medio trataba de acallar al hijo de la víctima, pero el chico no se quedó con los brazos cruzados ni mudo y, además de los gritos, se defendió a los manotazos.
De todas formas, el delincuente no alcanzó a ir muy lejos. Apenas consiguió recorrer media cuadra, cuando dos personas que vieron lo que había pasado lo frenaron y lograron reducirlo. Lo retuvieron ahí hasta la llegada de la Policía. Una vez en la comisaría confirmaron que tenía un pedido de captura vigente.
Según detalló la fiscal instructora, Giamportone tenía una tobillera electrónica.
EDR
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