Por Agostina Acosta 
En el escenario económico actual, el aumento registrado en la coparticipación federal durante el mes de mayo ha resultado insuficiente para compensar las caídas experimentadas en meses anteriores. Según datos recientes, la caída real acumulada hasta mayo alcanza aproximadamente el 10%, lo que representa un desafío significativo para las finanzas gubernamentales a nivel nacional y provincial.
Durante los primeros cuatro meses del año, las transferencias giradas por el Estado Nacional han experimentado una disminución en términos reales. En algunos períodos, incluso se ha registrado una caída en los valores nominales, lo que ha generado preocupación entre los analistas económicos y los funcionarios gubernamentales.
El mes de mayo trajo consigo un incremento en la recaudación nacional que se coparticipa a las provincias, impulsado por el vencimiento del Impuesto a las Ganancias. Este aumento se atribuye a las ganancias excepcionales declaradas y pagadas por las empresas con activos dolarizados, como respuesta a la devaluación ocurrida en diciembre del año pasado. Sin embargo, es importante destacar que este aumento es único y no se repetirá en los meses siguientes.
La situación se ve agravada por la caída en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que está estrechamente ligado al consumo y al nivel de actividad económica. Esta tendencia negativa en el IVA sugiere una proyección desafiante para los meses venideros, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad de recuperación económica a corto plazo.
En resumen, si bien el aumento en la coparticipación federal en mayo ha proporcionado cierto alivio, el panorama general sigue siendo preocupante debido a la persistente caída en otros indicadores económicos clave. Esto destaca la urgente necesidad de implementar medidas efectivas para estimular la actividad económica y revertir esta tendencia negativa en el corto plazo.
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