La Justicia, en colaboración con el Ministerio de Desarrollo Humano a través de la Dirección de Primera Infancia, ha lanzado una convocatoria para encontrar familias solidarias o personas solas mayores de edad que estén dispuestas a brindar cuidados temporales a niños, niñas y adolescentes. Esta iniciativa está dirigida a menores de entre 0 y 18 años que, debido a situaciones de vulnerabilidad, no pueden permanecer con sus familias de origen de manera temporal.
El objetivo principal de esta convocatoria es encontrar personas comprometidas y con capacidad de brindar un entorno seguro y acogedor a estos menores mientras dure la medida judicial de protección que los separa de sus familias biológicas. Este tipo de cuidado no implica una adopción, sino un apoyo transitorio hasta que se resuelva la situación que impide a los niños permanecer con sus familias de origen.
Las personas interesadas en asumir este rol tan importante deben dirigirse al Edificio Administrativo ubicado en calle Ayacucho 945, 3° piso, o comunicarse a través del número telefónico 2664-452000, interno 8462. Es fundamental que los interesados comprendan que, aunque no se trata de una adopción, el compromiso y la responsabilidad que conlleva ser una familia solidaria son considerables, ya que implica el cuidado integral y el resguardo de los menores durante el tiempo que dure la medida judicial.
Esta iniciativa busca garantizar que los niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad tengan un entorno seguro y protector mientras se trabaja en resolver las circunstancias que motivaron su separación temporal de sus familias de origen. La convocatoria está abierta a cualquier persona mayor de edad que tenga la disposición y el compromiso de brindar apoyo emocional y físico a estos menores en momentos críticos de sus vidas.
La tarea de una familia solidaria incluye no solo proveer un hogar temporal, sino también apoyar a los menores en su desarrollo emocional y educativo, ofreciendo un ambiente de contención y afecto. Este tipo de cuidado es crucial para que los niños y adolescentes puedan superar de la mejor manera posible las adversidades que enfrentan y seguir adelante con sus vidas.
En resumen, esta convocatoria es una oportunidad para que la comunidad se involucre de manera activa en la protección y el bienestar de los niños y adolescentes más vulnerables. Ser una familia solidaria es un acto de generosidad y compromiso que puede marcar una diferencia significativa en la vida de estos menores. La Justicia y el Ministerio de Desarrollo Humano invitan a todos aquellos que cumplan con los requisitos a sumarse a esta noble causa y contribuir a la construcción de un entorno más seguro y protector para nuestros niños y adolescentes.
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