Por Natalia Ciliento 
El fútbol grande vuelve a Villa Mercedes. El estadio Único de La Pedrera recibirá el miércoles 17 de septiembre un duelo electrizante de la Copa Argentina. Allí, Newell’s Old Boys se enfrentará a Belgrano de Córdoba en busca de un lugar en semifinales.
La expectativa es total. Newell’s llega con la conducción de Cristian Fabbiani y el liderazgo en cancha de Éver Banega. El equipo rosarino quiere dejar atrás la dura derrota en el clásico ante Central y recuperar confianza. La Lepra eliminó a Atlético Tucumán en un partidazo 3-2 en Salta, con un gol decisivo del paraguayo Carlos González. Ese triunfo significó volver a cuartos de final después de seis temporadas.
Por el otro lado, Belgrano pisa fuerte. El Pirata cordobés eliminó a Independiente en Rosario con goles de Franco Jara y Lucas “Chino” Zelarayán. La victoria cortó una racha de tres eliminaciones seguidas en octavos y devolvió al club entre los ocho mejores de la Copa Argentina tras nueve años de espera.
El choque promete emociones fuertes. Banega comanda a un Newell’s necesitado de reivindicación, mientras Zelarayán es la carta de desequilibrio para un Belgrano que viene en alza. El ganador enfrentará en semifinales a quien triunfe entre Argentinos Juniors y Lanús.
El estadio Único de La Pedrera ya es un clásico de la competencia. Será la quinta presentación de la Copa en territorio puntano en esta edición. Antes pasaron partidos como Independiente frente a Gimnasia de Mendoza y Racing ante San Martín de San Juan en La Punta, además de Belgrano contra Defensores de Belgrano y el duelo entre Independiente Rivadavia y Central Córdoba.
El impacto económico tampoco es menor. Según estimaciones oficiales, los encuentros disputados en San Luis ya dejaron más de 6 mil millones de pesos en movimiento turístico, hotelero y comercial. La llegada de hinchas rosarinos y cordobeses promete una nueva inyección a la economía local.
La Pedrera está lista. La pasión del interior argentino volverá a teñir las tribunas de rojo y negro, celeste y blanco. Con cánticos, banderas y la ilusión de avanzar, se vivirá una verdadera fiesta del fútbol federal. El país mirará hacia Villa Mercedes, donde dos equipos cargados de historia buscarán un lugar en la gloria.