Por Agostina Acosta 
Daniel Rodríguez, exintendente de la Quinta de Olivos y uno de los colaboradores más cercanos al expresidente Alberto Fernández, se presentó este lunes a declarar como testigo en los tribunales de Comodoro Py. La causa, que investiga al exmandatario por presunta violencia de género contra la exprimera dama Fabiola Yáñez, ha captado la atención pública y mediática debido a las fuertes declaraciones de Rodríguez, que apuntan a un profundo deterioro en la relación de la pareja.
Durante su declaración de cuatro horas ante el fiscal Ramiro González, Rodríguez detalló el complejo panorama que se vivía dentro de la Quinta de Olivos, la residencia presidencial, especialmente tras la viralización de la fotografía del cumpleaños de Yáñez en plena pandemia. «La relación entre Alberto y Fabiola cambió notablemente luego de la publicación de la foto de la fiesta de Olivos. La ruptura de la relación entre ellos fue evidente», afirmó Rodríguez.
El exintendente, quien también fue chofer, secretario y cuidador del perro presidencial Dylan, describió un «gran conflicto y deterioro» entre Fernández y Yáñez, que se intensificó a raíz del escándalo por la mencionada celebración durante las restricciones del COVID-19. Según Rodríguez, la publicación de la foto fue un punto de inflexión que marcó un antes y un después en la dinámica de la pareja.
Rodríguez proporcionó información detallada sobre la disposición de los edificios en el predio de la Quinta de Olivos, mencionando que algunas entradas no registraban los movimientos ni de Fernández ni de Yáñez. También destacó que la Unidad Médica Presidencial y la Casa Militar tenían sus propios registros, lo que añadía un nivel adicional de privacidad y separación dentro de la residencia oficial.
Uno de los aspectos más llamativos de su testimonio fue la mención de haber intervenido en al menos una ocasión para separar a la pareja durante una discusión acalorada. Aunque Rodríguez negó haber presenciado episodios de violencia física, sí recordó haber escuchado gritos y discusiones. «El ánimo estaba caldeado y el entorno de Fabiola Yáñez casi desapareció tras la polémica por su fiesta en plena pandemia», relató.
Rodríguez también mencionó un incidente en el que una ama de llaves le comentó sobre caídas repetidas de Yáñez en el baño, sugiriendo que el expresidente debería ser informado de estos eventos. Esta declaración insinúa un ambiente de tensión y posibles incidentes que podrían haber afectado la seguridad de la exprimera dama.
Además de su rol en la residencia, Rodríguez fue mencionado en la causa por la Fiesta de Olivos por haber confeccionado permisos falsos para circular durante la cuarentena, que incluían el logo de la Presidencia y su firma. Estos permisos habrían sido utilizados por al menos tres de los participantes de la reunión.
En paralelo, el jueves anterior declararon la periodista Alicia Barrios y María Cantero, secretaria de Fernández, quien confirmó que en su teléfono guardaba conversaciones con Yáñez en las que la exprimera dama relataba episodios de violencia física por parte del expresidente. Cantero ratificó la veracidad de estos diálogos, aportando una pieza crucial en la investigación.
Por otro lado, Mauricio D’Alessandro, abogado y esposo de Mariana Gallego, quien representa a Yáñez en esta causa, desmintió los rumores sobre la supuesta pérdida del celular de la exprimera dama, que podría contener pruebas relevantes. «No existe nunca en una denuncia pruebas tan claras e inevitables como en esta. No es cierto de que Fabiola Yáñez perdió el celular», aseguró D’Alessandro, subrayando la seriedad de las acusaciones y la solidez de las pruebas presentadas.
El caso continúa en investigación, y con las declaraciones de Rodríguez, se añaden nuevos detalles a una historia que promete más revelaciones y que ya ha tenido un impacto significativo en la esfera política y mediática. La Justicia ahora deberá determinar el curso de los eventos y si las acusaciones de violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández tienen fundamento suficiente para avanzar hacia un juicio.
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