Por Agostina Acosta 
El periodista reconocido de investigación Jorge Lanata falleció a los 64 años en la madrugada de este lunes, en el Hospital Italiano, luego de una larga lucha contra problemas de salud que lo mantuvieron internado durante más de seis meses. Su deceso se produjo después de que su estado se agravó en las últimas horas, tras diversas complicaciones y un cuadro crítico de insuficiencia multiorgánica.
Lanata, quien estuvo acompañado de su esposa Elba Marcovecchio y sus dos hijas en sus últimos momentos, llegó al Hospital Italiano el pasado 14 de junio para someterse a un estudio de rutina, pero durante el procedimiento sufrió un paro cardíaco que lo obligó a permanecer en terapia intensiva. A partir de ahí, su salud sufrió una serie de complicaciones que requirieron múltiples intervenciones quirúrgicas, incluida la extirpación de 70 centímetros de intestino debido a una isquemia intestinal. A lo largo de su internación, estuvo en varias ocasiones en estado crítico, lo que obligó a su traslado al centro de rehabilitación Santa Catalina, en San Cristóbal, en el mes de junio.
Tras un breve período en rehabilitación, Lanata regresó al Hospital Italiano el 18 de septiembre, donde fue sometido a más operaciones debido a los problemas de salud que surgieron durante su recuperación. Las noticias sobre su estado de salud fueron cada vez más preocupantes, con un cuadro de salud que, según información oficial, se volvió irreversible el 27 de diciembre.
La última parte médica emitida el 6 de diciembre indicaba que Lanata se encontraba «vigil, afebril y en ventilación mecánica durante la noche», lo que ya daba señales de que su recuperación era incierta. En las últimas semanas, las complicaciones respiratorias y otros problemas derivados de su estado de salud llevaron a su familia a enfrentar la dura realidad del desenlace final.
A lo largo de estos meses, Lanata vivió momentos difíciles no solo por su salud, sino también por la disputa familiar entre su esposa y sus hijas. La situación llegó a los tribunales, y la jueza Lucila Inés Córdoba asumió que Bárbara, la hija mayor de Lanata, sería la encargada de tomar las decisiones sobre su salud. Esta disputa legal fue uno de los episodios más complejos que el periodista vivió en sus últimos meses, al mismo tiempo que luchaba por su vida.
La partida de Jorge Lanata deja un vacío en el periodismo argentino, donde su labor como de periodista investigación marcó un hito. Su estilo único, su capacidad de abordar temas complejos con profundidad y su influencia en los medios de comunicación lo convirtieron en una figura de referencia en el país.
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