La sesión del Concejo Deliberante de San Luis quedó sin quórum tras un fuerte cruce entre la presidenta Laura Sánchez y la concejal Julieta Ponce. La oposición abandonó el recinto en señal de repudio.
Un nuevo episodio de tensión sacudió este jueves al Concejo Deliberante de la ciudad de San Luis, luego de que la presidenta del cuerpo, Laura Sánchez, protagonizara un duro cruce verbal con la concejal opositora Julieta Ponce. El conflicto escaló al punto de que todos los ediles opositores decidieron abandonar la sesión, lo que dejó al recinto sin quórum y sin posibilidad de continuar el debate legislativo.
Todo comenzó durante el tratamiento de un proyecto menor que declaraba de interés municipal el Día de la Bandera. Sin embargo, la presidenta del cuerpo aprovechó su intervención para lanzar fuertes descalificaciones personales contra Ponce, a quien calificó como “malvada, burlista y ridícula”. Incluso hizo referencias a la familia y la educación de la concejal, lo que provocó la indignación inmediata del bloque opositor.
“Usted es mala, se burla de sus colegas, de cómo leen, de cómo se expresan. No es ignorancia, es maldad. Y eso me da vergüenza”, sostuvo Sánchez, retomando una frase atribuida a Juan Domingo Perón sobre la diferencia entre la maldad y la ignorancia. Ponce, visiblemente sorprendida, cuestionó la gravedad del ataque, especialmente al involucrar a su familia.
La polémica se dio en un clima ya cargado de tensiones. Ponce venía de criticar duramente otro proyecto oficialista, relacionado con actividades ambientales que consideró vacías de contenido. También denunció la falta de voluntad del oficialismo para tratar temas relevantes como los derrames cloacales en el barrio Eva Perón anexo II.
A esta postura se sumaron otras voces opositoras, como Agustina Gatto y Juan Martín Divizia, quienes también suelen cuestionar la actitud de los concejales oficialistas. Divizia, incluso, aludió a la trayectoria política de Sánchez y le recomendó que revise “lo que Perón decía sobre los traidores”.
El clima se tornó irrecuperable cuando la concejal Paulina Calderón, con tono sereno pero firme, lamentó la ruptura del respeto institucional: “Siento vergüenza. Quienes tienen que dirigir las sesiones son ustedes, y no están pudiendo”.
La respuesta de Sánchez fue un insólito “sí, tal cual”, como si no hubiera comprendido la crítica directa. Desde allí, el cruce verbal se intensificó con frases como “ubíquese” y “vergüenza da”, hasta que la oposición decidió retirarse del recinto. Con algunas ausencias previas, la sesión quedó automáticamente sin quórum y se levantó sin tratar el resto del temario.
El episodio dejó expuesta la creciente tensión política dentro del recinto y puso nuevamente en debate la falta de diálogo, la descalificación personal y el deterioro institucional. Desde el bloque opositor anticiparon que evalúan pedir sanciones o medidas formales contra la presidenta del cuerpo.
Visitas: 4