Por Agostina Acosta 
En una trama que recuerda al famoso «robo del siglo» de 2006, cuando los delincuentes se llevaron un botín millonario del desaparecido Banco Río en Acassuso, un nuevo intento de asalto de gran envergadura ha sido frustrado en San Isidro. La intervención oportuna y el trabajo en conjunto entre las autoridades y el municipio lograron desbaratar un sofisticado plan criminal destinado a la sucursal del Banco Macro.
El descubrimiento del intento de robo se originó a partir de la observación de un repartidor que notó un caño metálico inusual emergiendo entre las baldosas de la vereda frente al banco. Al percatarse de la situación, el repartidor alertó al personal de seguridad del banco, quienes a su vez contactaron a las autoridades locales a través de la línea de emergencias 911.
La primera respuesta llegó de la Comisaría 1ª de San Isidro, que envió un móvil para investigar el hallazgo. Concurrentemente, el municipio, a través de la Secretaría de Espacio Público, realizó una inspección que confirmó que la varilla había sido cortada por un camión de caudales, aparentemente para evitar daños en sus ruedas al estacionar.
La fiscal Carolina Asprella, a cargo del área Criminal del Departamento Judicial San Isidro, ordenó una excavación en el sitio. Este operativo reveló un túnel de más de 100 metros construido con una meticulosidad que sorprendió a los investigadores. Según el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, el túnel terminaba en un viejo taller de chapa y pintura que había estado inactivo por aproximadamente un año y medio. El túnel, que estaba alfombrado y con paredes de madera, es una obra de ingeniería impresionante, realizada con gran profesionalismo.
Lanús destacó el esfuerzo colectivo que permitió evitar el robo: «Estamos contentos de que no se haya podido llevar a cabo. Se logró evitar un nuevo robo del siglo, esta vez contra el Banco Macro.» La sofisticación del túnel, junto con la calidad de la construcción, indica que el plan era el resultado de un trabajo meticuloso y prolongado.
Hasta el momento, no se han realizado detenciones en la causa. Las autoridades continúan revisando las imágenes de las cámaras de seguridad en la zona con la esperanza de identificar a los responsables de este fallido intento de robo. La rapidez y coordinación entre las fuerzas de seguridad y el municipio han sido fundamentales para evitar que este audaz plan llegara a buen puerto.
Este incidente subraya la necesidad de vigilancia constante y la efectividad de los sistemas de seguridad en la prevención de crímenes de alta complejidad. Mientras tanto, San Isidro respira aliviado, habiendo evitado lo que podría haber sido uno de los robos más notables de la historia reciente.
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