Por Agostina Acosta 
Lo que debía ser una celebración inolvidable se transformó en una noche de violencia y caos en La Toma. Este fin de semana, dos fiestas de egresados, organizadas por estudiantes de diferentes escuelas, culminaron en episodios de enfrentamientos y agresiones que dejaron a varios jóvenes heridos y uno al borde de la muerte.
En uno de los eventos, realizado en el Club Pringles para los egresados de la Escuela Generativa, la situación se tornó crítica cuando un joven de 27 años, identificado como Garraza, debió ser asistido con maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) tras un brutal ataque. . Según una fuente consultada, Garraza ya fue dado de alta, al igual que otros lesionados. Sin embargo, el caso sigue bajo investigación por la Unidad de Abordaje Fiscal de San Luis, ya que la víctima aún no ha presentado una denuncia formal.
De confirmarse la denuncia, la causa podría ser calificada como «Lesiones en riña», debido a la naturaleza leve de las heridas. No obstante, las imágenes que circularon por WhatsApp sobre el hecho, donde no se observa presencia policial, han generado gran indignación. «Fue tierra de nadie», declaró una fuente cercana al caso.
El otro incidente, ocurrido fuera de un conocido salón de fiestas en la misma localidad, también terminó con agresiones físicas, aunque los detalles sobre la fecha exacta y la magnitud de los enfrentamientos aún no son claros.
En ambos episodios, la ausencia de agentes de seguridad fue notoria, a pesar de la magnitud de las celebraciones. Desde la Comisaría de La Toma negaron tener conocimiento sobre lo ocurrido, aunque fuentes no oficiales confirmaron que los incidentes no se reportaron formalmente.
Las fiestas de egresados suelen ser momentos de alegría y unión para los jóvenes que culminan una etapa importante de sus vidas. Sin embargo, estos hechos violentos han manchado ese espíritu festivo y encendieron el debate sobre la necesidad de mayor control y prevención en eventos de esta índole.
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