Por Natalia Ciliento 
Los incidentes en la cancha de Estudiantes de San Luis dejaron un saldo de tres detenidos, dos heridos y un comisario lesionado. La violencia volvió a manchar una jornada deportiva que debía ser una celebración del fútbol.
El hecho ocurrió el domingo por la tarde, cuando un grupo de unas veinte personas comenzó a arrojar piedras hacia el campo de juego tras el final del partido. Lo que comenzó como una discusión en las tribunas terminó en una batalla campal que obligó a la Policía de la Provincia a intervenir de forma inmediata.
De acuerdo con el parte oficial, los efectivos intentaron dispersar a los agresores, pero fueron atacados con piedras y golpes. En medio de la confusión, un comisario resultó herido, con un corte en el labio interno, y posteriormente realizó la denuncia correspondiente en la dependencia policial.
Las fuerzas de seguridad lograron reducir a tres hombres mayores de edad, todos con domicilio en la ciudad de San Luis. Los detenidos fueron trasladados a la Comisaría Sexta, donde permanecen a disposición de la Justicia.
La violencia dentro y fuera de los estadios vuelve a poner en el centro del debate la falta de controles y las falencias en los operativos de seguridad. Aunque el evento deportivo se desarrolló con normalidad, el clima cambió de un instante a otro. Las imágenes registradas por los asistentes muestran corridas, gritos y ataques entre simpatizantes del mismo club.
Uno de los heridos, un hombre de 47 años domiciliado en barrio Ate I, sufrió traumatismos y escoriaciones. Fue trasladado por medios particulares al hospital Ramón Carrillo. El otro, de 28 años y residente en barrio 292 Viviendas, ingresó en ambulancia con heridas de perdigones en la pierna izquierda.
El parte médico confirmó que ambos se encuentran fuera de peligro, aunque el hecho generó preocupación entre las familias que asistieron al encuentro. Padres y madres que estaban con niños relataron haber tenido que correr hacia las salidas para evitar ser alcanzados por los proyectiles.
Según informó la Policía, el operativo contó con apoyo de motoristas y refuerzos en la zona perimetral del estadio. Las diligencias continúan a cargo de la Comisaría Sexta, y hasta el momento no se registran providencias judiciales adicionales. Sin embargo, la investigación busca determinar si los detenidos participaron directamente en los ataques o si solo estaban presentes en el lugar.
Los incidentes en la cancha de Estudiantes de San Luis no son un hecho aislado. En los últimos años se repiten episodios similares en encuentros locales, pese a las medidas de prevención. La falta de controles de ingreso, el consumo de alcohol y la ausencia de cámaras de seguridad funcionales agravan el panorama.
Los testigos aseguran que el conflicto comenzó entre hinchas del mismo club, lo que refuerza la hipótesis de un enfrentamiento interno. Este tipo de peleas internas muestra un deterioro en la convivencia deportiva y una pérdida del sentido del juego y la comunidad.
Mientras tanto, la institución Club Sportivo Estudiantes no emitió un comunicado oficial, aunque se espera una respuesta institucional en las próximas horas. Fuentes cercanas confirmaron que la dirigencia evalúa reforzar los controles para los próximos partidos y aplicar sanciones a los socios identificados.
El Gobierno provincial analiza nuevas estrategias de seguridad para prevenir futuros incidentes en eventos masivos. En los últimos meses, el Ministerio de Seguridad implementó operativos especiales en estadios, pero el domingo quedó claro que el problema no es solo de presencia policial: es de comportamiento, cultura y responsabilidad.
Los incidentes en la cancha de Estudiantes de San Luis son un reflejo de una sociedad que aún no logra separar la pasión del conflicto. Lo que debería unir, divide. Lo que debía ser una tarde de fútbol, terminó siendo un episodio más de violencia que mancha la camiseta de todos.