Por Agostina Acosta 
Las intensas lluvias de la última semana dejaron una estela de estragos en los caminos y avenidas de la provincia, generando un deterioro significativo en el pavimento de diversas arterias. Ante el cese de las precipitaciones, el Ente Control de Rutas puso en marcha un operativo de emergencia para reparar los daños y devolver la seguridad a los conductores que transitan diariamente por las principales vías afectadas.
Desde el pasado jueves, las cuadrillas de trabajo se han desplegado en puntos críticos como la avenida José Santos Ortiz y la zona de Aguada de Pueyrredón en Juana Koslay, donde el deterioro es más evidente debido al alto volumen de tránsito. “Con el cese de las precipitaciones se organizaron los operativos para resolver los inconvenientes. Se trabajará en todos los caminos y sectores de la provincia con tareas similares”, informó desde el Ente Control de Rutas, haciendo eco de la preocupación de los habitantes que desde hace años claman por un mantenimiento más frecuente y eficaz.
El organismo también puntualizó que, debido a la falta de mantenimiento adecuado en los últimos años, la infraestructura vial ha sufrido un desgaste acelerado, lo que deja a los caminos vulnerables a los estragos provocados por el clima. Este descubierto ha originado que la reparación sea una tarea más exhaustiva, donde el bacheo en frío se convierte en la solución temporal más rápida, aunque de menor duración en comparación con el bacheo en caliente.
Para llevar a cabo estas acciones de manera eficiente y minimizar el impacto en el tráfico, el Ente Control de Rutas ha señalado que los trabajos de reparación y mantenimiento continuarán durante los próximos días. El objetivo es cubrir la mayor cantidad de caminos posibles para que tanto rutas como avenidas provinciales recuperen sus condiciones de seguridad y transitabilidad.
Aprovechando el cese de las lluvias y la mejora en las condiciones climáticas, las cuadrillas han retomado las tareas de desmalezado y limpieza en autopistas y rutas. Estas acciones son cruciales no solo para mejorar la visibilidad de los conductores, sino también para evitar el riesgo de incendios, que pueden ser provocados por la acumulación de vegetación seca en los bordes de las carreteras. Además, se lleva a cabo la poda correctiva y el despeje de elementos arrastrados por las lluvias, como escombros y caída ramas, que representan un peligro potencial en la vía pública.
La acumulación de escombros, debido a las lluvias y al arrastre de restos vegetales, ha sido significativa en algunos tramos, lo que obliga a una labor minuciosa de retiro de elementos que podrían obstaculizar o poner en riesgo el tránsito. El trabajo minucioso en estas tareas complementarias responde a una preocupación constante de las autoridades y de la comunidad por evitar accidentes y mantener la infraestructura vial en condiciones óptimas para el uso diario.
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