Por Agostina Acosta 
Justo 200 días después de asumir la Presidencia, Javier Milei ha conseguido la aprobación definitiva de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Congreso. Este ambicioso proyecto “ómnibus”, introducido en la Cámara de Diputados en enero, atravesó seis meses de debates, recortes y modificaciones que permitieron al oficialismo alcanzar un consenso mínimo con los bloques de oposición “dialoguistas”. A pesar de las dificultades, el primer éxito legislativo de Milei incluye varios puntos clave para la Casa Rosada: facultades delegadas, privatizaciones, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), la reversión del Impuesto a las Ganancias, el aumento del piso de Bienes Personales y el blanqueo de capitales.
“No es la ley que quería el Gobierno, pero es la ley posible”, resumió un diputado del radicalismo, un sentimiento compartido por varios miembros de La Libertad Avanza y el PRO. Finalmente, la Ley Bases se aprobó con 147 votos a favor y 107 en contra, provenientes del peronismo, la izquierda, el socialismo y Natalia de la Sota. La reforma de Ganancias obtuvo 136 votos afirmativos frente a 116 en contra, y Bienes Personales fue aprobado con 134 votos positivos y 118 negativos.
Desde hace algunos días, ya se descontaba que el oficialismo y los dialoguistas contaban con los votos necesarios para ratificar la Ley Bases y para insistir con la redacción original de Ganancias y Bienes Personales. Sin embargo, la votación aún podía deparar sorpresas, especialmente por posibles fugas del peronismo y defecciones del radicalismo.
La sesión comenzó con varias cuestiones de privilegio, muchas de ellas dirigidas contra la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, criticando la actuación policial durante la jornada de aprobación en el Senado. Mientras tanto, en los despachos y el bajo recinto se sucedían reuniones para intentar cambiar voluntades de último momento.
Como en debates anteriores, la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, siguió el tramo final de la sesión desde la oficina de Martín Menem, acompañada por su asesor Eduardo “Lule” Menem. Simultáneamente, la vicepresidenta Victoria Villarruel mostró su apoyo al proyecto oficial desde uno de los palcos. Pasadas las 19:30, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también se hizo presente en el Congreso para sumarse a Karina Milei.
La modalidad acordada en la reunión de Labor Parlamentaria determinó que ambos proyectos se discutieran en simultáneo. Las críticas del peronismo se centraron principalmente en la constitucionalidad de reponer Ganancias y Bienes Personales, adelantando que ambos puntos serán judicializados, y en los efectos negativos del RIGI y la reforma laboral.
Pasada la 1 de la madrugada, llegó el momento de votar la Ley Bases. El formato del dictamen, que constaba de un solo artículo ratificando todos los cambios del Senado, resultó especialmente problemático para el peronismo, pues obligaba a los diputados a votar afirmativamente puntos controvertidos como la reforma laboral o las privatizaciones para apoyar el RIGI.
La presión de las provincias que podrían beneficiarse de las grandes inversiones generó fuertes tensiones dentro del bloque. En reuniones previas, muchos diputados evitaron adelantar cómo votarían. Para Unión por la Patria, el principal problema político era no poder mostrar unidad ante el proyecto insignia de Milei.
El sanjuanino Walberto Allende evidenció las diferencias internas al criticar las facultades delegadas y los efectos de la reforma laboral, pero defendió firmemente la minería y la necesidad de inversiones. “No podemos acompañar pero sí dejar en claro nuestro fuerte apoyo a la actividad minera en Argentina y en particular en la provincia de San Juan”, declaró.
Para asegurar la aprobación de la Ley Bases, el oficialismo desistió de incluir en la lista de empresas privatizables a Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina. También se eliminó la moratoria previsional y se creó la Prestación de Retiro Proporcional para trabajadores con aportes insuficientes. Esta decisión permitió sumar votos extras del radicalismo, como el de Facundo Manes, y alinear a gran parte del bloque Hacemos Coalición Federal, que reclamaba respetar los acuerdos alcanzados en el Senado.
Los libertarios aceptaron los cambios al RIGI y al blanqueo de capitales realizados por el Senado. Por ejemplo, el RIGI se limitó a nueve sectores (foresto-industria, turismo, siderurgia, petróleo, gas, infraestructura, minería, energía y tecnología) y se estableció la obligatoriedad de contratar un 20% de proveedores locales. En cuanto al blanqueo, quedaron excluidos los hermanos de funcionarios, extranjeros y bienes de terceros (testaferros); además, los fondos serán coparticipables con las provincias.
El resultado final de la votación fue favorable, con 147 votos afirmativos contra 107 negativos.
El artículo sobre Ganancias generó numerosas especulaciones en los últimos días, especialmente por las incógnitas en varios bloques, principalmente en el peronismo y el radicalismo. Destacó el cambio en los votos de los diputados de Unión por la Patria de Catamarca, presionados por el gobernador Raúl Jalil, que aportaron tres votos afirmativos y una abstención, en contraste con la votación anterior donde habían sido tres abstenciones y un voto a favor. En el bloque UCR no hubo sorpresas. Los libertarios sumaron dos votos ausentes en abril y Paula Oliveto, quien se abstuvo anteriormente, votó afirmativamente.
La reversión de Ganancias, inicialmente aprobada por Diputados y luego rechazada por el Senado debido a la presión de los gobernadores patagónicos, establece un mínimo no imponible de $1.800.000 brutos para solteros y $2.200.000 para casados con hijos, lo que afectará a alrededor de 800.000 trabajadores con alícuotas del 5% al 35%. La actualización del mínimo será trimestral durante este año y semestral a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
La reforma de Bienes Personales, aprobada con 134 votos afirmativos y 118 negativos, eleva el piso del tributo de $27 millones a $100 millones y la deducción por la vivienda familiar será de $350 millones. Además, se implementará un plan de pago anticipado para los próximos años hasta 2027, con una alícuota reducida del 0,45% por año.
La oposición intentó sin éxito insistir en la revisión de los gastos tributarios, es decir, los ingresos que el Estado deja de percibir al otorgar beneficios impositivos. Ejemplos incluyen la exención de inmuebles rurales en Bienes Personales, la exención de honorarios de directores en el IVA, la exención del pago de Ganancias por parte de jueces y el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego. Este artículo fue rechazado por el Senado y su aprobación era virtualmente imposible sin el apoyo del peronismo. La votación concluyó con 148 votos a favor y 107 en contra.
Antes de la votación, el presidente del bloque Unión por la Patria, Germán Martínez, adelantó que su espacio presentará en agosto una propuesta sobre los gastos tributarios.
Amplios sectores de la oposición dialoguista coincidieron en que ahora comienza una nueva etapa para el gobierno de Milei, en la que se desarticulará el discurso libertario que hasta ahora se desentendía de muchos problemas de gestión culpando a la oposición.
“Con esta sanción se terminan los pretextos, se termina la cortina de humo. Lo que llegó es la hora de aflojar con la descripción y pasar a la acción, de muchas menos explicación y más gestión”, sintetizó Nicolás Massot. En la misma línea, Miguel Ángel Pichetto señaló que el Gobierno “tiene los instrumentos que tiene que utilizar”. “Se van acabando los tiempos, arranca la etapa de gestionar su visión de la Argentina, a ver cómo la implementan”, concluyó.
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