
Un nuevo informe de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) reveló que el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) experimentó su cuarta disminución mensual consecutiva durante marzo, marcando un descenso del 5.4% respecto al mes anterior. El indicador, que se ubicó en 2.42 puntos, refleja un deterioro sostenido en la percepción ciudadana sobre la gestión del presidente Javier Milei, aunque se mantiene por encima de los niveles registrados en administraciones anteriores.
Análisis detallado de los resultados
El estudio, realizado por la prestigiosa Escuela de Gobierno de la UTDT, muestra que el actual nivel de confianza supera en un 4.5% el registrado en marzo de 2017 (durante el gobierno de Mauricio Macri) y es un 35.7% más alto que en marzo de 2021 (bajo la administración de Alberto Fernández). Esta comparación histórica permite contextualizar la evolución de la percepción ciudadana a lo largo de diferentes gestiones presidenciales.
Según los analistas de la UTDT, «el ICG de la gestión Milei acumula su cuarta caída mensual consecutiva en marzo 2025». La disminución registrada (-5.4%) representa la tercera más significativa del actual gobierno, solo superada por los retrocesos de enero 2024 (-8.7%) y septiembre 2024 (-14.8%). Estos datos sugieren un patrón de desgaste progresivo en la confianza ciudadana, aunque con variaciones estacionales importantes.
Perspectiva histórica y tendencias
El promedio de confianza durante los primeros 16 meses de la gestión de Milei se sitúa en 2.53 puntos, cifra que supera los promedios registrados durante los gobiernos de Macri (2.27 puntos) y Fernández (1.69 puntos). Este dato resulta relevante para evaluar el desempeño relativo de la actual administración en comparación con sus predecesoras inmediatas.
Los investigadores destacaron que «el gobierno no enfrentaba un nivel de confianza inferior a su promedio del período desde la medición de octubre 2024». Esta observación indica que la actual gestión está experimentando uno de sus momentos más bajos en términos de aceptación ciudadana desde hace casi seis meses.
Segmentación de los resultados
El análisis por grupos demográficos revela diferencias significativas en la percepción del gobierno:
- Por grupos etarios:
- Jóvenes (18-29 años): 2.56 puntos
- Adultos (30-49 años): 2.40 puntos
- Mayores (50+ años): 2.39 puntos
- Por género:
- Hombres: 2.62 puntos
- Mujeres: 2.23 puntos
Estos datos muestran que los jóvenes mantienen una visión relativamente más positiva de la gestión, mientras que existe una brecha de género notable, con los hombres mostrando mayor confianza en el gobierno que las mujeres.
Aspectos positivos y áreas de preocupación
Entre los hallazgos más relevantes del estudio destaca la mejora en el ítem «Preocupación por el interés general», que registró un aumento del 11.1% respecto a febrero, alcanzando 2.16 puntos. Este indicador sugiere que, pese a la caída general en la confianza, los ciudadanos perciben que el gobierno mantiene su compromiso con el bien común.
Sin embargo, otros componentes del índice muestran resultados menos alentadores. La percepción sobre la eficiencia en el gasto público y la capacidad para resolver problemas del país presentaron disminuciones significativas, lo que explicaría en parte el retroceso general del indicador.
Metodología del estudio
El ICG se calcula mediante una encuesta representativa a nivel nacional que evalúa cinco dimensiones clave:
- Evaluación general del gobierno
- Percepción sobre si se gobierna pensando en el bien general o en intereses particulares
- Eficiencia en la administración del gasto público
- Honestidad percibida de los miembros del gobierno
- Capacidad para resolver los problemas del país
Cada componente se mide en una escala estandarizada que permite comparaciones temporales y entre diferentes administraciones. La encuesta se realiza mensualmente a una muestra representativa de la población adulta del país, con un margen de error del ±3% y un nivel de confianza del 95%.
Contexto político y económico
Expertos consultados sobre estos resultados señalan que la caída en la confianza podría estar relacionada con varios factores:
- El impacto prolongado de las medidas de ajuste económico
- La lentitud en la recuperación de algunos indicadores sociales
- La percepción de conflictividad en algunas áreas de gobierno
- La implementación de reformas estructurales que generan divisiones en la opinión pública
No obstante, destacan que los niveles de confianza se mantienen por encima de los registrados en gestiones anteriores, lo que sugiere que existe un núcleo duro de apoyo a las políticas del actual gobierno.
Reacciones y perspectivas futuras
Desde el oficialismo han minimizado la importancia de estos resultados, señalando que forman parte de las fluctuaciones normales en la opinión pública. «Estamos implementando transformaciones profundas que necesitan tiempo para mostrar sus efectos completos», declaró un portavoz gubernamental.
Por su parte, la oposición ha interpretado estos números como una señal de descontento creciente. «La gente está cansada de promesas incumplidas y de un ajuste que siempre pagan los mismos», afirmó un legislador opositor.
Los analistas políticos anticipan que los próximos meses serán cruciales para determinar si esta tendencia a la baja se consolida o si el gobierno logra revertir la percepción negativa mediante resultados concretos en materia económica y social.
Comparación internacional
El informe incluye además una comparación preliminar con indicadores similares en otros países de la región, donde se observa que Argentina se ubica en una posición intermedia. Chile y Uruguay muestran niveles de confianza más altos, mientras que países como Venezuela y Bolivia registran indicadores significativamente más bajos.
Esta perspectiva comparada sugiere que, si bien existen desafíos importantes, la situación argentina no constituye un caso atípico en el contexto regional actual marcado por incertidumbres económicas y tensiones sociales.
Implicaciones políticas
La continuada disminución en el índice de confianza podría tener importantes consecuencias políticas:
- Presión para ajustar la estrategia comunicacional del gobierno
- Posible reevaluación de algunas políticas públicas
- Impacto en las negociaciones legislativas
- Influencia en el clima preelectoral
Sin embargo, los expertos coinciden en que se necesitarán al menos dos o tres mediciones más para determinar si se trata de una tendencia estructural o simplemente de una fluctuación temporal dentro de los márgenes normales de variación.
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