Por Agostina Acosta 
Claudia Andrea Febre, de 35 años, falleció el pasado fin de semana en circunstancias que han generado un profundo debate en la comunidad. Mientras que la versión oficial apunta a un presunto suicidio, la familia de la víctima y su abogado, Emmanuel Otazú, exigen una investigación exhaustiva, alegando que podría tratarse de un homicidio.
El trágico suceso se desencadenó cuando los hijos de Claudia encontraron su cuerpo sin vida en el suelo de su vivienda. Según declaraciones del ex esposo de la fallecida, Federico Soria, en ese momento también se encontraba presente la actual pareja de Claudia, quien afirmó que ella se había suicidado, pero abandonó la escena de inmediato.
La familia de Claudia, representada por el abogado Emmanuel Otazú, se ha mostrado firme en su postura de que el deceso de la mujer no fue un suicidio. «Estamos convencidos de que fue un homicidio,» declaró Otazú, quien además criticó la aparente falta de información sobre el avance de la investigación.
En contraste, el fiscal José Olguín informó que tanto las inspecciones realizadas en el lugar de los hechos como el informe forense concluyeron que Febre se ahorcó y no encontraron evidencias que sugirieran lo contrario. «No hay elementos para pensar en otra cosa,» afirmó Olguín, reafirmando la hipótesis del suicidio.
La controversia no se ha limitado a los medios oficiales. En redes sociales, allegados a Claudia Febre han expresado sus dudas y cuestionamientos respecto a la versión del suicidio, avivando el debate y la demanda de una investigación más profunda.
La muerte de Claudia Andrea Febre ha dejado una estela de preguntas sin responder y un clamor de justicia por parte de sus seres queridos. Mientras la comunidad de Villa Mercedes sigue de cerca los desarrollos de este caso, la verdad sobre lo sucedido aún está por esclarecerse.
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