Por Agostina Acosta 
El pasado jueves 26 de diciembre, el vivero del Instituto Mixto de Producción Forestal Provincial (IMProFoP) alcanzó un nuevo logro al recolectar una importante cosecha de zapallos. Este esfuerzo, articulado con los ministerios de Desarrollo Productivo y Desarrollo Humano, no solo reafirma el compromiso con la producción sostenible, sino también con la solidaridad comunitaria, al priorizar la entrega de estos alimentos a hogares en situación de vulnerabilidad.
La iniciativa, que busca impactar positivamente en la seguridad alimentaria, incluyó la distribución de los zapallos a través de la Red de Acompañamiento Familiar, gestionada por el ministerio de Desarrollo Humano. Este organismo se encargó de canalizar las donaciones hacia comedores sociales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y centros comunitarios que atienden a familias en situación de riesgo.
El IMProFoP no se limitó a los zapallos, ya que también sumó a la causa una cosecha de tomates y ciruelas. Estas frutas y hortalizas serán transformadas en mermeladas por el equipo del ministerio de Desarrollo Humano, garantizando que lleguen a las mesas de quienes más lo necesitan en un formato práctico y duradero.
Esta acción conjunta no solo destaca el potencial de la agricultura como motor de cambio social, sino que también resalta la capacidad de las instituciones para coordinar esfuerzos en beneficio del bien común. Desde el cultivo hasta la distribución, cada etapa de este proceso se diseñó pensando en maximizar el impacto positivo en la sociedad.
La iniciativa del IMProFoP es un ejemplo concreto de cómo las prácticas agrícolas pueden integrarse con objetivos sociales y ambientales. Además de promover la seguridad alimentaria, fomenta valores como la solidaridad y la colaboración interinstitucional.
Este proyecto se inscribe en una visión más amplia de desarrollo sostenible, donde la agricultura no solo satisface necesidades básicas, sino que también fortalece la unidad comunitaria. Así, el IMProFoP y los ministerios involucrados han demostrado que con planificación, voluntad y esfuerzo conjunto, es posible generar soluciones que trasciendan los desafíos estructurales y ofrezcan un impacto real y duradero.
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