Por Agostina Acosta 
El programa “Mi próximo paso” y su contraparte “Mi primer emprendimiento” abren nuevas puertas a la financiación para emprendedores y empresas en Argentina, con el objetivo de fomentar el crecimiento y la creación de empleo genuino. Ambas iniciativas buscan impulsar proyectos con un enfoque claro en la accesibilidad y la capacitación, ofreciendo una combinación de financiamiento flexible y apoyo constante a los emprendedores.
El programa “Mi próximo paso” está dirigido a empresas que ya están en funcionamiento o a emprendedores con conocimientos en el sector. A través de este, los beneficiarios pueden acceder a un financiamiento de hasta 4 millones de pesos, siempre con la figura de un garante solidario. Es un esquema de apoyo pensado para proyectos que ya han demostrado su potencial y necesitan un impulso económico para seguir creciendo.
Según Fernando Mallea, Director de Desarrollo de Proveedores, el financiamiento tiene un plazo total de 42 meses. Los primeros seis meses son de gracia, lo que significa que durante este tiempo no se realizan pagos. A partir del mes siete, los emprendedores comienzan a pagar el préstamo en 36 cuotas mensuales consecutivas. Este período de gracia permite a los emprendedores concentrarse en el desarrollo y consolidación de su proyecto sin la presión inmediata del pago de la deuda.
En paralelo, el programa “Mi primer emprendimiento” está diseñado para aquellos jóvenes de entre 18 y 30 años que desean dar el primer paso en el mundo de los negocios. Este financiamiento ofrece 1.5 millones de pesos para quienes no cuenten con experiencia previa pero necesiten elaborar su primer estudio de mercado. Para acceder a este financiamiento, es necesario firmar un mutuo, lo que implica la obligación de pagar el crédito bajo los mismos plazos establecidos para el otro programa.
Ambos programas requieren la presencia de al menos dos socios para la solicitud, lo que fomenta el trabajo en equipo y la cooperación en los primeros pasos del emprendimiento. Además, ambas iniciativas son compatibles con otras políticas sociales, lo que permite a trabajadores del Plan de Inclusión y a aquellos que cobran becas postularse para recibir este apoyo financiero.
Las inscripciones para estos programas están abiertas hasta el 7 de diciembre, y se han establecido diversos canales de soporte para ayudar a los emprendedores durante el proceso de inscripción. Mallea resaltó la importancia de completar correctamente el formulario de inscripción, en el cual los solicitantes deben registrar los datos de los dos socios y geoposicionar su empresa.
“El proceso debe completarse en su totalidad para que la solicitud sea considerada. Es importante que los emprendedores no solo creen un usuario, sino que carguen toda la información solicitada”, explicó Mallea. Para quienes necesiten ayuda durante la carga de datos, existen varios mecanismos de soporte, como el sistema de “Preguntas frecuentes” y la “Mesa de ayuda” en línea, donde los interesados pueden enviar consultas y recibir respuestas en menos de 24 horas.
Además, desde la semana pasada, el Ministerio de Desarrollo habilitó un aula virtual que opera de lunes a viernes, de 14:30 a 15:30, donde los emprendedores pueden recibir orientación personalizada de un mentor del ministerio. Esta herramienta permite a los solicitantes resolver dudas directamente con expertos en la materia, facilitando el proceso de inscripción y acceso a los beneficios.
Hasta la fecha, más de 11.000 empresas y 22.000 emprendedores han completado el formulario de inscripción, lo que demuestra el interés y el impacto positivo de estos programas. Mallea destacó la importancia de la gran cantidad de inscripciones y el alcance territorial logrado, lo que indica una amplia representación de las distintas comunidades del país.
“Es alentador ver cómo esta política ha sido recibida de manera tan positiva por la comunidad. Nos da mucha satisfacción saber que está teniendo un impacto real y tangible”, concluyó Mallea.
Con estas iniciativas, el gobierno no solo está ofreciendo financiamiento, sino también herramientas de apoyo y capacitación que se suman a un ecosistema empresarial en crecimiento, brindando a los emprendedores argentinos las condiciones necesarias para prosperar.
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