Por Agostina Acosta 
En 2015, el Dique La Huertita enfrentó uno de sus mayores desafíos cuando intensas crecidas pusieron en peligro su estructura y funcionalidad. Aquel evento marcó un punto crítico en la historia de esta obra hidráulica, que se vio afectada de manera significativa. Los problemas más graves ocurrieron con el descargador de fondo y las válvulas del embalse, que quedaron fuera de servicio, dejando gran parte del sistema inoperativo desde el punto de vista mecánico.
“El descargador de fondo junto con las válvulas salieron de servicio, y gran porcentaje del embalse quedó inoperativo desde el punto de vista mecánico. Esto generó importantes inconvenientes a la hora de regular el embalse y mantenerlo operativo a lo largo del tiempo”, afirmó el ingeniero López, uno de los responsables de la gestión actual del dique.
A partir de ese momento, fue evidente que el Dique La Huertita necesitaba una intervención urgente para restaurar su operatividad. Cuando comenzó la nueva administración, se abordó de inmediato el problema, iniciando un relevamiento exhaustivo de los equipos para determinar los pasos a seguir. “Iniciamos una tarea de relevamientos para hacer el recambio de todos estos equipos”, explicó López, subrayando que cada uno de los dispositivos tiene un valor aproximado de $200 millones. Era imprescindible restaurar y recuperar la funcionalidad del dique para evitar nuevos riesgos en el futuro.
Uno de los aspectos más destacables de este proceso fue la optimización de recursos, tanto humanos como materiales. En lugar de recurrir a proveedores externos para la reparación de las válvulas, la empresa a cargo del proyecto decidió capacitar a su propio personal y brindarles el soporte técnico necesario desde el área de ingeniería. “Capacitamos al personal, proporcionamos un soporte técnico desde la rama de ingeniería y conseguimos realizar estos trabajos por un costo inferior al 5% en proporción al valor de una válvula nueva”, aseguró el funcionario.
Este enfoque no solo permitió una significativa reducción en los costos, sino que también implicó un fortalecimiento del capital humano local, un factor clave para la sostenibilidad del proyecto a largo plazo. “El personal se ve capacitado y esto nos posibilita replicarlo en más de un embalse, con el fin de mantener operativos todos los diques y hacer que el recurso de agua sea mucho más cuidado”, señaló el gerente de Planificación de la empresa. Esta estrategia, que fomenta la autosuficiencia y el desarrollo de capacidades locales, es crucial para la gestión eficiente de los recursos hídricos en la provincia.
Además, los beneficios de esta intervención no se limitan únicamente al Dique La Huertita. La restauración de sus sistemas de regulación es esencial para enfrentar escenarios de crecidas y mejorar la distribución del agua para los proveedores locales, quienes dependen del dique para el riego de sus cultivos. La capacidad de regular de manera efectiva los embalses permite también prever situaciones críticas y actuar con rapidez ante posibles emergencias.
Otro aspecto innovador de la gestión actual es la digitalización de los sistemas de control de los embalses. En coordinación con el Ministerio de Ciencia e Innovación, se implementó un sistema de monitoreo electrónico de los niveles de agua. Este sistema permite un seguimiento en tiempo real de las cotas de los embalses, lo que facilita la toma de decisiones informadas y oportunas. “Este monitoreo constante nos permitirá observar, en tiempo real, si estamos teniendo erogaciones mayores a las necesarias. En un futuro, podremos llegar a controlar la demanda y regularla para evitar crisis hídricas”, detalló López.
Este avance es especialmente relevante ante la inminente llegada del fenómeno climático de La Niña, que trae consigo la posibilidad de una sequía. Para enfrentar este desafío, la provincia ha preparado un plan de contingencia que prioriza la operativización de embalses clave como los diques Esteban Agüero, La Florida y Paso de las Carretas. “Todos los controles que estamos realizando posibilitan la disminución de todas las pérdidas que pueda llegar a tener un embalse”, agregó el funcionario.
El plan tiene como objetivo maximizar la captación de agua durante la temporada de lluvias para garantizar su disponibilidad en periodos de sequía. Esta capacidad de previsión y respuesta es fundamental en un contexto donde el cambio climático impone desafíos cada vez mayores a la gestión de los recursos hídricos.
En definitiva, la intervención en el Dique La Huertita no solo ha permitido su restauración, sino que ha impulsado un cambio profundo en la forma en que se gestionan los recursos hídricos en la provincia. La apuesta por la capacitación local, el uso eficiente de los recursos y la digitalización de los sistemas de control son pasos clave hacia una mayor sostenibilidad en el manejo del agua, un bien esencial para el desarrollo de la región.
De cara al futuro, el desafío estará en mantener y replicar estas estrategias en otros embalses, garantizando así una gestión más eficiente, segura y sustentable del recurso hídrico en la provincia. Como concluyó López, “esperamos que, justamente, en la llegada de las lluvias en la temporada estival, podamos captar la mayor cantidad posible de agua, de manera que quede almacenada para periodos futuros”.
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