Por Agostina Acosta 
En medio de un tenso debate en la Cámara de Diputados por la controvertida Ley Bases impulsada por Javier Milei, las diputadas Myriam Bregman y Romina Del Plá anunciaron sus renuncias a sus respectivas bancas. Este movimiento ha generado un notable revuelo en el ámbito político, marcando una significativa renovación en la representación del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).
Myriam Bregman, conocida por su elocuente defensa de los derechos humanos y su firme postura contra las políticas neoliberales, fue sustituida por Vanina Biasi, del Partido Obrero (PO). Del mismo modo, Romina Del Plá, representante del Partido Obrero, cedió su lugar a Mónica Schlotthaue, del partido Izquierda Socialista. Esta rotación de representantes se enmarca dentro de la estrategia del FIT de mantener una representación dinámica y renovada en el Congreso.
A principios de este mes, Myriam Bregman había comunicado su decisión de abandonar su banca. En su última sesión, fue despedida con emotivas palabras por la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, quien la describió como “una diputada lúcida, honesta intelectualmente, gran compañera trabajadora”. Este reconocimiento reflejó el respeto y la admiración que Bregman ha cosechado entre sus pares, incluso aquellos con quienes ha mantenido fuertes diferencias ideológicas.
Bregman deja un legado de luchas y denuncias, destacándose por su defensa de los derechos de las mujeres y las diversidades, y su oposición al avance de políticas que, según ella, atentan contra los sectores más vulnerables de la sociedad.
El ingreso de Vanina Biasi al Congreso se produjo durante la misma sesión en la que se discutía la Ley Bases. En su juramento, Biasi se comprometió con una retórica contundente y emotiva: “Por el movimiento de mujeres y diversidades, por mis hermanos y hermanas piqueteras que son un orgullo de solidaridad y lucha, por todos los derechos de la clase trabajadora, por terminar con la barbarie capitalista en este mundo, por el fin del genocidio en Palestina, por el gobierno de trabajadores y por el socialismo, sí, juro”.
Antes de asumir formalmente, Biasi destacó su compromiso con los trabajadores y sus luchas, tanto desde su puesto de trabajo como desde su rol de delegada sindical. Declaró: “Entro a la banca del FIT-U para ponerla a disposición de los reclamos de las y los trabajadores y defender nuestro programa obrero y socialista”.
En un tono crítico, Biasi arremetió contra el gobierno actual, afirmando: “Un gobierno que condena a un 55% de la población a la pobreza para acumular beneficios para sus amigos empresarios, es un gobierno enemigo del trabajador. Voy a usar mi lugar en la banca para desarrollar a fondo una lucha contra Milei y contra todos sus cómplices”.
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