En una noche llena de emociones en el Estadio Monumental, River Plate se despidió de la Copa Libertadores tras un empate 0-0 ante Atlético Mineiro, que resultó insuficiente para revertir el 3-0 adverso de la ida. El equipo dirigido por Marcelo Gallardo, que jugó ante un Monumental repleto de hinchas deseosos de una hazaña, no pudo encontrar el camino al gol y se quedó con las manos vacías, dejando a los brasileños con el pasaje a la final del torneo continental.
Desde el inicio, River mostró su intención de atacar y recuperar la serie. Con un ambiente vibrante, el público acompañó cada intento del equipo, que fue capaz de generar numerosas situaciones de gol. Sin embargo, se encontró con la figura del arquero Éverson, quien tuvo intervenciones clave para sostener el cero en su arco. A lo largo del partido, el conjunto local probó de diversas formas, pero la fortuna y el buen rendimiento del arquero rival no estaban de su lado.
El primer tiempo fue una constante presión de River sobre la defensa de Mineiro. Desde los primeros minutos, los dirigidos por Gallardo se acercaron al arco rival, pero sin efectividad. En el minuto 5, Paulo Díaz tuvo una primera llegada, aunque su cabezazo terminó en las manos de Éverson. La ansiedad se palpaba en el ambiente, y el equipo argentino continuó atacando. Un remate de Matías Kranevitter se fue desviado, y otro de Facundo Colidio se perdió por poco.
A medida que avanzaba el primer tiempo, la presión se intensificaba, pero River no lograba concretar. En el minuto 37, Deyverson tuvo una clara oportunidad para Mineiro, pero Franco Armani, el arquero de River, realizó una gran intervención y mantuvo su arco en cero. La primera parte concluyó con un empate que dejaba a los brasileños avanzando a la final.
El segundo tiempo no trajo consigo la apertura del marcador para el local. River continuó buscando el gol desesperadamente, pero las intervenciones de Éverson fueron determinantes. En el minuto 60, el Diablito Echeverri tuvo una clara oportunidad, pero una vez más, el arquero del Mineiro salvó su arco. Cada disparo de River se estrellaba contra un muro, mientras que en el otro extremo, Armani se mantenía firme ante los embates de los delanteros brasileños.
El partido se tornó en un vaivén constante, pero la historia no cambiaría. A pesar de los esfuerzos de Gallardo por revitalizar al equipo mediante cambios estratégicos, como la entrada del Pity Martínez y Adam Bareiro, la suerte no estuvo del lado del Millonario.
Con este resultado, Atlético Mineiro se clasificó a la final de la Copa Libertadores, donde se medirá con el ganador del enfrentamiento entre Botafogo y Peñarol. En la ida de esta otra semifinal, el equipo brasileño aplastó a los uruguayos por 5-0, lo que hace presumir un nuevo encuentro cargado de expectativas.
Por su parte, River Plate deberá ahora concentrarse en clasificar a la próxima edición de la Copa Libertadores, buscando hacerlo a través de la tabla anual de la Liga Profesional. Con la mirada puesta en el Mundial de Clubes de 2025, el equipo tendrá que replantear su estrategia para volver a ser competitivo en el ámbito internacional.
El ambiente en el Monumental antes del partido fue impresionante. Los hinchas prepararon un recibimiento colosal, lleno de fuegos artificiales y bengalas, creando un espectáculo digno de la ocasión. Sin embargo, la noche terminó en silencio y decepción. La pasión de la hinchada fue palpable, pero el resultado no acompañó el esfuerzo.
En una nota aparte, el clima previo al partido se vio empañado por incidentes fuera del estadio, donde seis hinchas de River fueron detenidos por agredir el micro que trasladaba a los aficionados de Atlético Mineiro, lo que llevó a demoras en la llegada del equipo brasileño.
La salida de los jugadores de River al campo estuvo marcada por el abucheo a los rivales y el fervor de los hinchas que, a pesar de la eliminación, se mantuvieron fieles y esperanzados. La historia de River Plate en esta Libertadores terminó, pero su legado sigue vivo en la pasión de su afición.
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