En una decisión histórica y unánime, el Concejo Deliberante de San Luis ha optado por la derogación del controvertido sistema electoral de lemas que regía las elecciones municipales. La medida, aprobada por el interbloque oficialista Por San Luis, se produce en un contexto político marcado por el descontento con el sistema, mientras que el bloque rodriguezaísta Unión por San Luis se ausentó de la sesión.
El proyecto de derogación, presentado por el intendente Gastón Hissa el 21 de mayo, busca poner fin al sistema de lemas para la elección de intendente y concejales. Además, estipula que el Ejecutivo municipal, mediante el decreto de convocatoria correspondiente, determinará la modalidad de la próxima votación, ajustándose a la legislación vigente.
Este sistema, reinstaurado por el exgobernador Alberto Rodríguez Saá para las elecciones provinciales y municipales de 2023, se había convertido en un punto de fricción en la política local. Rodríguez Saá lo implementó con el objetivo de aumentar las probabilidades de éxito de sus candidatos, Jorge “Gato” Fernández para la gobernación y Sergio Tamayo para la intendencia. Sin embargo, el sistema no cumplió su objetivo, ya que los candidatos no lograron la victoria esperada.
La Ley de Lemas permite que distintas agrupaciones se presenten como sublemas dentro de una alianza mayor, el lema. Los votos se contabilizan a nivel de lema, sumando los votos de los sublemas, lo que, en ocasiones, puede llevar a resultados en los que el candidato o la agrupación más votada no obtenga la victoria. Un ejemplo notable en el país es el caso de Alicia Kirchner, quien ganó la gobernación de Santa Cruz en 2015 a pesar de no ser la candidata más votada, gracias a la acumulación de votos de otros candidatos de su espacio.
En San Luis, el sistema fue adoptado tras su aprobación a nivel provincial en 2022. Según Silvestri, uno de los detractores del sistema, este método a menudo confunde a los votantes debido a la proliferación de listas y candidatos, y puede distorsionar la voluntad popular al favorecer a opciones que individualmente no tienen el mayor respaldo.
Silvestri también destacó los elevados costos asociados con la impresión de boletas y la utilización de recursos, una carga adicional en un contexto de crisis económica. “El uso de papel, tinta y recursos humanos para un sistema que luego se descarta no es justificable,” afirmó.
Videla, otro crítico del sistema, presentó cifras contundentes sobre las últimas elecciones municipales. A pesar de la proliferación de candidatos y listas diseñadas para acumular votos a favor de Tamayo, el sistema no logró retener la intendencia. En las elecciones, se registró un número récord de más de 5.500 candidatos para gobernador, diputados y concejales, lo que complicó aún más el proceso electoral.
En la ciudad de San Luis, el sistema de lemas resultó en la aparición de 26 candidatos a intendente, de los cuales 19 pertenecían al Partido Justicialista y solo 6 a la oposición. “Pensaron que a través de los votos acumulados podían retener la intendencia. Definitivamente, la gente les dijo basta,” concluyó Videla, subrayando la necesidad de trabajar en conjunto para mantener la institucionalidad alcanzada el 10 de diciembre.
La derogación del sistema electoral de lemas es un paso hacia una mayor transparencia y una representación más fiel de la voluntad popular en San Luis. El nuevo marco electoral, aún por definir, promete ser un cambio significativo en la política local.
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