Por Agostina Acosta 
En medio de un contexto de inflación persistente y aumentos generalizados, la ciudad de San Luis enfrenta un nuevo desafío económico: el incremento en las tarifas de taxis. La Comisión de Transporte del Concejo Deliberante ha propuesto una actualización del servicio que podría elevar las tarifas hasta un 40%. Esta iniciativa, presentada previamente por la Asociación de Taxis de San Luis, ha generado un intenso debate entre los ediles y los usuarios del servicio.
El 8 de julio, tras una reunión de la comisión, se emitió un despacho mayoritario recomendando la aprobación del petitorio, que busca ajustar los cánones establecidos en la Ordenanza Nº IV-1054-2023 (3749/2023). Según la propuesta, si se aprueba el aumento, la bandera diurna se elevaría a $665, mientras que la bajada nocturna pasaría a $798. Asimismo, la ficha de bajada diurna se ajustaría a $66,50 y la ficha nocturna a $79,80; ambos conceptos se aplican cada 130 metros y minuto de espera. En cuanto a la tarifa nocturna, esta se aplicaría un 20% adicional sobre la bajada diurna, durante los sábados, domingos y feriados, entre las 22 y las 6 de la mañana.
El último ajuste tarifario se realizó en diciembre de 2023, y la justificación para el nuevo aumento se basa en la alta inflación acumulada, que alcanza el 71,9% según el Indec. Los proponentes del incremento argumentan que el ajuste es necesario para asegurar la rentabilidad del servicio en un contexto económico desafiante. Sin embargo, la propuesta ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre su legalidad y equidad.
Juan Manuel Divizia, concejal del Partido Justicialista e integrante de la Comisión de Transporte, ha expresado su preocupación sobre el proceso legislativo. Según Divizia, la ordenanza vigente exige que cualquier incremento en las tarifas de taxis y colectivos sea precedido por un pedido del Ejecutivo y un estudio de costos detallado. La normativa reciente, implementada en diciembre de 2023, permite ajustes trimestrales, pero no hace referencia al cumplimiento de la ordenanza anterior ni a la necesidad de estudios de costos. «Estamos en un limbo legal. No se cumple ni la normativa anterior ni la nueva, lo que puede llevar a decisiones erróneas que afectan tanto a taxistas como a usuarios», señaló Divizia.
El concejal también advirtió sobre la competencia desleal que representa el servicio de Uber en el mercado de transporte. Si bien el aumento de tarifas podría beneficiar a los taxistas en términos de rentabilidad, Divizia teme que el incremento pueda favorecer a las aplicaciones de transporte, que podrían ganar más terreno si los precios de los taxis se vuelven menos competitivos. Además, el hecho de que un concejal del oficialismo tenga un coche de Uber plantea dudas sobre la imparcialidad en el tratamiento de la normativa.
Divizia argumenta que, aunque es necesario que los taxis en San Luis adopten una aplicación para competir en el mercado actual, esta integración debe hacerse en el marco de la ley para evitar una competencia desleal. «Este tipo de medidas solo tienden una trampa a los taxis, que se verán en una situación difícil mientras que las aplicaciones como Uber se fortalecerán», concluyó.
El último ajuste tarifario, realizado en diciembre de 2023, estableció la bajada de bandera diurna en $475 y la nocturna en $570. La ficha de bajada diurna se fijó en $47,50 y la nocturna en $57, aplicadas cada 130 metros y minuto de espera. En mayo de este año, los taxistas solicitaron un aumento del 51%, que hubiera llevado la bajada de bandera diurna a más de $700 y la nocturna a cerca de $860.
La aprobación de la nueva ordenanza parece inminente, ya que el oficialismo cuenta con los votos necesarios para su ratificación. No obstante, el proceso ha sido criticado por su falta de transparencia y por la posible falta de cumplimiento de las normativas existentes. La comunidad de San Luis sigue atenta a cómo se resolverá esta cuestión que afecta a los usuarios y a los trabajadores del servicio de taxis.
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