Por Malena Acosta 
Irán aseguró que el objetivo eran instalaciones de inteligencia en Beersheva. El ataque dejó al menos 30 heridos y reavivó la escalada militar con Israel. Netanyahu prometió represalias.
En la mañana de este jueves, un misil lanzado por Irán impactó en las inmediaciones del hospital Soroka, ubicado en Beersheva, al sur de Israel. Aunque el centro médico resultó afectado por la onda expansiva, Irán afirmó que el blanco era una instalación de inteligencia militar israelí y no el hospital.
Según la agencia estatal iraní IRNA, el ataque estuvo dirigido contra el cuartel general de telecomunicaciones C4I del Ejército israelí y una base del servicio de inteligencia. No obstante, el impacto dañó gravemente la infraestructura circundante y provocó al menos 30 heridos.
El Canal 12 de Noticias israelí reportó que se lanzaron cerca de 30 misiles, de los cuales al menos cuatro lograron esquivar las defensas aéreas israelíes, golpeando objetivos tanto en Beersheva como en la zona metropolitana de Tel Aviv, donde se registraron heridos en estado crítico.
Desde el hospital Soroka informaron que el personal y los pacientes habían sido evacuados del ala quirúrgica horas antes como medida de prevención. El Ministerio de Salud israelí descartó riesgos por materiales peligrosos que podrían haber estado en laboratorios cercanos.
En respuesta al ataque, el primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que “Irán pagará un precio completo” y reforzó su discurso bélico ante la escalada del conflicto. Paralelamente, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Seyed Abbas Araghchi, confirmó que se reunirá en Ginebra con representantes diplomáticos de Alemania, Francia y Reino Unido, aunque no se ha revelado una agenda concreta.
Este ataque ocurre en un contexto de altísima tensión regional. El conflicto, que se intensificó tras los bombardeos israelíes del 13 de junio contra ciudades iraníes, ya suma al menos 600 muertos en Irán y 24 en Israel, según cifras oficiales.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue con atención las consecuencias geopolíticas de este nuevo frente abierto en Medio Oriente, con temores crecientes de una guerra de mayor escala.
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