En una jornada desgarradora marcada por la tragedia, los rescatistas que trabajan incansablemente en la localidad balnearia de Villa Gesell se encuentran a punto de localizar a dos de las cinco personas que aún permanecen desaparecidas tras el derrumbe del hotel Dubrovnik, ocurrido en la madrugada del pasado martes. La catástrofe ha dejado hasta el momento un saldo de tres víctimas fatales confirmadas, lo que ha conmocionado a la comunidad y al país.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, confirmó en una entrevista que “estamos cerca de dar con otras dos víctimas”. Durante su intervención, Alonso destacó la importancia de los hallazgos recientes: “Encontramos muchas pertenencias y eso quiere decir que llegamos a las habitaciones que ellos utilizaban”, reveló, lo que incrementa la esperanza entre los familiares de las personas desaparecidas.
En el lugar del desastre, alrededor de 300 rescatistas están dedicados a la operación, apoyados por perros entrenados que ayudan en la búsqueda entre los escombros. Además, se han desplegado dos enormes grúas, una de 450 toneladas y otra de 270, para facilitar las labores de rescate. A medida que las esperanzas de encontrar sobrevivientes se desvanecen, aproximadamente la mitad de los diez pisos que conformaban la torre principal del hotel ya han sido retirados, dejando al descubierto los trágicos vestigios de lo que fue una edificación emblemática de la zona.
Entre las personas que se encuentran desaparecidas se encuentra Dana Desimone, quien estaba en el hotel junto a dos de las víctimas, Rosa Stefanic, ex dueña del establecimiento, y su sobrino Nahuel Stefanic. Los cuerpos de Rosa y Nahuel fueron recuperados en días recientes, junto con el del perro de la mujer, lo que ha sumido a sus seres queridos en un profundo dolor. Además, continúan las labores de búsqueda de los plomeros Mariano Troiano, Ezequiel Matu y Matías Chapsman, así como del carpintero Fabián Gutiérrez.
La tercera víctima fatal, Federico Ciocchini, cuyo cuerpo fue encontrado el mismo día del derrumbe, estaba alojada en el hotel Alfio I, que también fue impactado por la caída de la torre del Dubrovnik. Su esposa, María Josefa Bonazza, logró sobrevivir a la tragedia, pero la pérdida de Federico ha dejado una huella imborrable en su vida.
El caso ha suscitado gran conmoción y una investigación en curso ha llevado a la detención de seis personas, entre ellas el arquitecto Jorge Bonavita, lo que ha abierto un debate sobre la seguridad en la construcción y la responsabilidad de los profesionales involucrados en el proyecto.
Silvia Perhuac, madre de Nahuel Stefanic, no dudó en calificar el hecho como una tragedia evitable. “Lo que ocurrió no es un accidente, sino una negligencia de arquitecto, de personas que llevaron a eso”, declaró durante el velorio de su hijo, quien tenía apenas 25 años. “Mi hijo no murió porque fue aplastado por un derrumbe por algo natural”, afirmó con dolor y determinación, lo que resuena en los corazones de muchos que exigen justicia y respuestas ante esta lamentable situación.
A medida que las horas avanzan y los equipos de rescate continúan su labor, la comunidad de Villa Gesell se une en un sentimiento de duelo y esperanza, esperando que las familias de los desaparecidos puedan encontrar algún consuelo en la recuperación de sus seres queridos. La tragedia del hotel Dubrovnik no solo ha dejado un vacío en las vidas de quienes perdieron a sus seres queridos, sino que también ha encendido un llamado urgente a la reflexión sobre la seguridad en las edificaciones y la responsabilidad de quienes las construyen.
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