Por Agostina Acosta 
En un esfuerzo por reforzar la formación universitaria y la Salud Pública, la Universidad de La Punta (ULP) y el Hospital Pediátrico San Luis firmaron un convenio de colaboración que promete transformar la capacitación profesional en la región. Ambas instituciones trabajarán de manera conjunta para implementar acciones que beneficien tanto a los estudiantes de la Licenciatura en Enfermería de la ULP como al personal del hospital.
Uno de los pilares de este acuerdo es la donación de equipamiento al Laboratorio de Simulación Clínica de la ULP por parte del hospital. Este aporte permitirá a los estudiantes realizar prácticas preprofesionales con tecnología avanzada, mejorando su preparación antes de insertarse en el ámbito hospitalario. El equipamiento entregado incluye un respirador Maquet, utilizado para monitorear diversos aspectos vitales de los pacientes, y dos servocunas, esenciales en el cuidado intensivo neonatal.
Lorena Baigorria, secretaria académica de la ULP, destacó la importancia de esta colaboración: “Con estos equipos, los estudiantes podrán realizar prácticas en nuestro laboratorio y llegar mejor preparados a las prácticas hospitalarias. Todo esto forma parte del convenio, donde el hospital facilita a nuestros alumnos el acceso a sus instalaciones, y nosotros, a cambio, ofrecemos capacitación a su personal, además de becas para especializaciones como la de Cuidados Críticos Pediátricos”.
Por su parte, Rodolfo Toloza, director del Hospital Pediátrico San Luis, subrayó el compromiso del hospital con la educación y la docencia, recordando que es una institución de formación médica. “Tenemos un fuerte enfoque en la capacitación. No solo contamos con residencias médicas, sino que también abrimos nuestras puertas a los estudiantes de Enfermería de la ULP, quienes desarrollan sus prácticas en los distintos servicios del hospital de manera coordinada y organizada”, expresó Toloza.
Este acuerdo no solo beneficia a los estudiantes, sino que también impulsa la educación continua del personal médico, lo que repercute positivamente en la calidad de la atención sanitaria que reciben los pacientes. La sinergia entre ambas instituciones demuestra cómo la colaboración puede potenciar tanto la formación académica como el servicio público, creando un círculo virtuoso en beneficio de la comunidad.
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