Por Agostina Acosta 
El asesinato de Maximiliano Chávez, ocurrido el 21 de diciembre, sigue desvelando oscuros detalles que surgen en cada etapa de la investigación. La fiscal Daniela Torres, encargada del caso, dio a conocer nuevos avances tras la audiencia de este lunes, donde la jueza Mirta Ucelay ordenó la prisión preventiva de Brisa Brizuela, imputada por el homicidio de su pareja, ocurrido en el contexto de una relación de pareja marcada por la violencia.
La historia comenzó con un llamado a la Policía donde se reportaba un supuesto suicidio, sin embargo, la investigación pronto reveló que la realidad era otra. Brizuela, después de cometer el crimen, se cambió de ropa, la sumergió en agua, se bañó y realizó esfuerzos para limpiar la escena. La fiscal Torres señaló que el arma homicida estaba ocultada, aunque se secuestraron dos cuchillos en el lugar, ninguno de ellos correspondía al arma utilizada en el crimen. “Secuestramos dos cuchillos, pero de acuerdo con la versión recolectada, no sería ninguna de las que tenemos”, explicó Torres.
A la hora de analizar la escena, los investigadores notaron que hubo una “limpieza” evidente, pues los primeros testigos que llegaron al lugar para intentar reanimar a Chávez notaron que la situación no coincidía con lo que luego se encontró. “Lo que nosotros vimos en el lugar, y lo que vieron las primeras personas fueron a hacerle reanimación a Chávez, no coinciden”, comentó la fiscal.
El informe forense confirmó lo que se sospechaba: la puñalada fue letal y perforó el corazón de la víctima. Sin embargo, el primer diagnóstico había sido erróneo, pues los testigos, que llegaron en unos 20 minutos, indicaron que Chávez aún estaba con vida al momento de su llegada. La ambulancia, según los testimonios, llegó poco después y logró hacerle maniobras de reanimación, pero la herida mortal ya era irreversible.
El fiscal Torres también detalló que, según los informes, Chávez había sido víctima de violencia constante durante la relación. A lo largo de los cinco años que endureció su vínculo con Brizuela, ella parecía controlar la situación de manera abusiva, incluso llegando a aislarlo de su familia. De hecho, fue la propia Brizuela quien impuso una orden de alejamiento de dos años contra los familiares de Chávez, según testigos cercanos.
La discusión que desencadenó la tragedia comenzó de manera trivial, ya que Chávez solo quería cumplir con la rutina de los sábados: jugar al fútbol y llevar a su hijo. Torres considera que, si Brizuela se hubiera defendido, su ropa o su cuerpo deberían haber mostrado signos de una lucha o sangre, lo que no ocurrió.
Los relatos de amigos y familiares de Chávez coincidieron al describir a Brizuela como una persona de carácter impulsivo, con carencias afectivas, lo que habría exacerbado su violencia en la relación. Además, se revelaron más episodios de agresión, como el caso en que Chávez terminó con la nariz rota tras un ataque de furia de Brizuela, solo por lavar la ropa de su hijo.
La fiscal, además, tuvo que enfrentarse a una escena contaminada cuando llegó al lugar del crimen, debido a que la primera versión que se dio era que Chávez se había suicidado. En el transcurso de la investigación, también se descubrió que Brizuela, al principio, no presentaba lesiones visibles, pero más tarde se conoció que se autolesionó mientras estuvo detenida.
A medida que avanza la investigación, aún faltan pericias claves. El lugar del crimen deberá ser sometido a pruebas de luminol para detectar rastros de sangre, y se están esperando los resultados de las muestras tomadas del cuerpo de Chávez y de la escena. Además, el fiscal mencionó que restan declarar más testigos y peritar un celular que podría tener pruebas relevantes.
Otro dato que complica el caso es la desaparición de algunos elementos clave. Según las declaraciones, Chávez llevaba una mochila al momento de su muerte, pero esta ya no se encontraba en el lugar.
Con estas nuevas pruebas y avances en la investigación, se espera que la verdad detrás de este asesinato, que conmocionó a la comunidad, se esclarezca en las próximas semanas. Mientras tanto, Brizuela permanecerá detenida, a la espera de que el Ministerio Público Fiscal continúe con las pericias y entrevistas necesarias para armar el rompecabezas de los hechos ocurridos en esa fatídica mañana de diciembre.
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