La violencia en la capital puntana sumó un nuevo capítulo durante la madrugada de este domingo, cuando un joven de 27 años estuvo a punto de perder la vida tras recibir un disparo en la cabeza en su propia casa. El episodio ocurrió en el barrio Centenario, en una vivienda ubicada en las calles Cortaderas y Paso de la Patria.
De acuerdo con la Policía, dos hombres intentaron ingresar a la fuerza al domicilio de la víctima. Patearon la puerta repetidamente hasta que el joven decidió abrirla, pero en lugar de diálogo, lo que recibió fue un balazo. Afortunadamente, el proyectil atravesó su cráneo sin afectar órganos vitales, un milagro que evitó una tragedia.
El herido fue trasladado de inmediato por sus familiares al Hospital Central Ramón Carrillo, donde ingresó por la guardia para recibir atención médica. Sin embargo, tras las primeras curaciones, el joven decidió retirarse voluntariamente, según fuentes policial.
La agresión fue denunciada mediante un llamado anónimo al 911, lo que movilizó a los efectivos del Comando Radioeléctrico hacia el lugar. Al llegar, una mujer de 40 años relató que un grupo de personas había intentado irrumpir en su vivienda. Según su testimonio, identificó a uno de los agresores y observó que huyeron en un Renault 18 rojo.
Con la colaboración de vecinos y familiares de la víctima, la Policía logró interceptar el vehículo a pocas cuadras del lugar y detuvo a dos sospechosos de 35 y 40 años, quienes fueron trasladados a la Comisaría 2° para ser puestos a disposición de la justicia.
Este episodio suma otro caso alarmante a la escalada de violencia en la ciudad, encendiendo nuevamente las alertas sobre la necesidad de medidas efectivas para garantizar la seguridad en los barrios. Mientras tanto, el joven afectado se recupera fuera del hospital, agradecido de haber sobrevivido a un ataque que pudo haber tenido un desenlace fatal.
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