En una sesión histórica, la Cámara de Senadores de la Provincia aprobó por mayoría la venta del emblemático inmueble que albergaba la Casa de San Luis en la calle Azcuénaga de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El proyecto, impulsado por el Ejecutivo provincial y que ya contaba con media sanción de la Cámara de Diputados, finalmente se convirtió en ley.
Los votos favorables provinieron de Martín Olivero, Diego García, Sergio Guardia, Adolfo Castro Luna y Juan Carlos García. Sin embargo, la ausencia de Mariana Cruz y Alejandro Torres dejó el resultado final en 5 a 2 a favor del proyecto.
Los fondos obtenidos de esta venta se destinarán prioritariamente a la reparación urgente del Hospital Regional ‘Juan Domingo Perón’ de Villa Mercedes, el cual ha sufrido un estado de deterioro crítico, agravado por condiciones climáticas adversas el año pasado. El hospital enfrenta serios problemas estructurales como humedad, techos deteriorados y paredes en mal estado, con consultorios externos fuera de servicio y equipos médicos en riesgo de avería. Cualquier remanente será utilizado para mejorar la infraestructura sanitaria del sistema público provincial.
El senador Adolfo Castro Luna, representante del departamento Pedernera, subrayó la importancia de esta medida en el contexto actual: «El gobierno está corrigiendo una gran disparidad entre los gastos fuera de la provincia y las necesidades internas, canalizando todos los recursos disponibles para enfrentar la crisis que atravesamos».
La majestuosa casona que alberga actualmente la Casa de San Luis ocupa una ubicación privilegiada en una de las zonas más exclusivas de la capital. Con 1.443 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, el edificio cuenta con ascensores, al menos dos baños por piso, amplios salones y varias oficinas privadas, representando una inversión considerable en un contexto donde la mayoría de los trámites pueden realizarse digitalmente.
«Detrás de la imponente fachada del Palacio Lagomarsino, mantenemos un costo significativo que no se traduce en beneficios tangibles para nuestros ciudadanos. Este dinero podría redirigirse hacia necesidades más urgentes», destacó Castro Luna.
El senador enfatizó que la decisión no implica una pérdida de presencia provincial en Buenos Aires, sino un traslado estratégico hacia una ubicación más accesible y eficiente, complementada con servicios digitales que garanticen una atención moderna para todos los ciudadanos. «Muchas provincias ya operan desde ubicaciones más modestas y eficientes sin que ello afecte la calidad de los servicios», añadió.
Castro Luna concluyó con una reflexión sobre el impacto de las políticas anteriores en su departamento: «Pedernera ha sido sistemáticamente marginada en términos edilicios, presupuestarios y culturales. Hoy, con un enfoque verdaderamente federal, estamos recuperando el lugar que nos corresponde».
La venta de la Casa de San Luis en Buenos Aires representa, según el senador, «una decisión valiente frente a una sociedad que demanda optimización de recursos para mejorar servicios y atender las necesidades comunitarias. En un contexto donde el gasto público debe priorizar lo social, mantener un palacio que solo beneficia a la alta sociedad porteña es un despropósito».
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