Por Agostina Acosta 
En un lamentable episodio de violencia, la sexta fecha del campeonato de la Liga Futbolística del Valle del Conlara se vio gravemente empañada por incidentes que tuvieron lugar al finalizar el partido entre Juventud de Cortaderas y Juventud de Carpintería. El encuentro, disputado en el estadio de Cortaderas, culminó en empate 1-1, pero fue el violento final lo que marcó la jornada.
Los testigos presenciales relatan que tras el pitido final del árbitro, una lluvia de piedras y otros objetos volaron entre las hinchadas y los jugadores, resultando en varios heridos. La falta de presencia policial en el estadio, relegada a una insuficiente seguridad privada, fue duramente criticada por los asistentes, quienes lamentaron la incapacidad de prevenir tales actos de violencia.
Ambos clubes emitieron comunicados expresando sus posturas sobre los sucesos que arruinaron la jornada deportiva. CAJU de Carpintería, que jugaba de visitante, fue el primero en condenar la violencia y responsabilizar al equipo local. «Es inaceptable que un encuentro deportivo termine en agresiones por parte de los jugadores de Cortaderas y heridas a aficionados que solo buscaban disfrutar del fútbol en un ambiente seguro y amigable, sin pensar que había niños, mujeres y gente adulta mayor», afirmaron en su comunicado.
El club carpintense, además, rechazó cualquier forma de violencia y exhortó a las autoridades a tomar medidas para garantizar la seguridad en futuros eventos. «Esperamos que este incidente sea un punto de inflexión para promover un cambio positivo en nuestra comunidad futbolística», señalaron desde CAJU.
Por su parte, el Juventud de Cortaderas también expresó su postura, agradeciendo el apoyo de las más de 250 personas que asistieron al partido y señalando a los «barras bravas» del club visitante como los iniciadores de la violencia. «En este caso del club que nos vinieron a visitar, del club Juventud de Carpintería», declararon en su mensaje, alegando que estos aficionados mostraron una actitud violenta desde el inicio del partido, causando destrozos en el estadio y lanzando objetos a sus jugadores.
El comunicado del Club de Cortaderas sostiene que sus aficionados solo reaccionaron en defensa de sus jugadores. «Es responsabilidad de la dirigencia del club Juventud de Carpintería el manejo del comportamiento de su hinchada y de sus barras, los cuales entraron botellas de vino y de fernet escondidas. Estando ebrios y violentos no hicieron absolutamente nada como dirigentes para parar la violencia», denunciaron.
Este episodio de violencia en el Valle del Conlara pone en evidencia la necesidad urgente de revisar y reforzar las medidas de seguridad en los eventos deportivos locales. La comunidad futbolística espera que las autoridades pertinentes tomen cartas en el asunto para prevenir que situaciones como esta se repitan, garantizando así que el fútbol vuelva a ser una celebración de deporte y camaradería, libre de violencia y peligro para los asistentes.
Mientras tanto, las investigaciones continúan y se espera que se tomen medidas disciplinarias contra los responsables, tanto dentro como fuera del campo. El Valle del Conlara mira hacia adelante con la esperanza de que este incidente sea una oportunidad para reflexionar y mejorar la seguridad en los eventos deportivos.
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