Accidente en La Punta volvió a encender las alarmas viales este sábado. Dos jóvenes resultaron lesionados tras el choque entre una motocicleta y un automóvil en el barrio 600 Viviendas.
El siniestro ocurrió alrededor de las 18:30, en la manzana 51. Una moto Motomel, conducida por un joven de 20 años y acompañada por una joven de 18, colisionó con un Ford Fiesta Max manejado por una mujer de 46 años.
De acuerdo al informe oficial, la moto circulaba de sur a norte y el auto lo hacía de este a oeste. El impacto fue inevitable y los ocupantes de la moto llevaron la peor parte.
Ambos jóvenes fueron asistidos en el lugar por personal del Hospital “Dra. María Juliana Becker”. Debido a la gravedad de las lesiones, tuvieron que ser trasladados de inmediato para recibir atención médica especializada.
La policía informó que se realizaron controles de alcoholemia a los conductores involucrados, con resultado negativo: 0,00 gr/lts de alcohol en sangre tanto en la mujer como en el joven motociclista.
Este accidente en La Punta se suma a una larga lista de siniestros viales que marcan la realidad de la ciudad. La falta de respeto a las normas de tránsito, la imprudencia en las esquinas y la velocidad excesiva son factores que siguen cobrando víctimas, especialmente entre los jóvenes.
Los vecinos del barrio 600 Viviendas aseguran que la esquina de la manzana 51 es peligrosa y que ya se han registrado otros choques similares. Reclaman la instalación de reductores de velocidad y mayor presencia policial para prevenir hechos de esta naturaleza.
El hecho genera preguntas que no pueden pasarse por alto. ¿Cuántos accidentes más deben ocurrir antes de que las autoridades municipales implementen medidas serias? ¿Hasta cuándo se seguirá improvisando en materia de seguridad vial?
La ciudad de La Punta ha crecido de manera acelerada en los últimos años, pero sus calles no acompañan ese crecimiento. La infraestructura vial quedó chica y los controles parecen inexistentes. Este nuevo accidente en La Punta expone una deuda pendiente del Estado con la comunidad.
Mientras tanto, dos jóvenes se recuperan de lesiones que podrían haberse evitado con una planificación responsable. La suerte estuvo de su lado esta vez, pero la próxima podría ser fatal.
La ciudadanía merece respuestas y acciones concretas. No alcanza con informes policiales ni con alcotests que descarten el alcohol. Se necesita prevención, educación vial y presencia real en las calles. Porque cada accidente en La Punta es un recordatorio de que la vida puede cambiar en un segundo.