El Gobernador fue sorteado nuevamente y cumplió con el análisis toxicológico en los laboratorios de la UNSL. Ya se controlaron más de 800 funcionarios.
En el marco de la Ley de Ejemplaridad y Coherencia, este jueves por la mañana el gobernador de San Luis, Claudio Poggi, se sometió por segunda vez al examen toxicológico obligatorio. La toma de muestra se realizó en el laboratorio de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), ubicado en calle Rivadavia, como parte del sistema de control aleatorio que aplica la norma provincial.
El mandatario fue notificado con 24 horas de anticipación, según establece el procedimiento, tras resultar sorteado nuevamente en el mecanismo que semanalmente elige al azar a funcionarios de los tres poderes del Estado.
La ley, sancionada con el objetivo de transparentar y garantizar la idoneidad ética de quienes ejercen cargos públicos, lleva ya más de 800 testeos realizados desde su entrada en vigencia. Entre los evaluados se encuentran ministros, legisladores, intendentes, magistrados y funcionarios de todos los niveles.
Los sorteos se efectúan en días variables para evitar cualquier intento de anticipación o condicionamiento por parte de los posibles seleccionados. Cada persona sorteada debe concurrir al laboratorio correspondiente dentro del plazo establecido, y en caso de resultar positivo, se activa un protocolo disciplinario previsto por la misma legislación.
Desde el entorno del Ejecutivo remarcaron que “la ley busca promover la coherencia entre el discurso público y el comportamiento privado de quienes ocupan cargos de representación”.
El gobernador Poggi ya había sido sorteado en una ocasión anterior, cumpliendo con el examen sin objeciones. Su nueva aparición en la lista semanal refuerza el carácter aleatorio y universal del sistema implementado por el Gobierno provincial.
El resultado del análisis será comunicado conforme a los procedimientos administrativos, respetando la confidencialidad estipulada y publicando los datos generales de cumplimiento en el sitio oficial.