El último encuentro se realizó en La Punta y marcó el cierre de la primera etapa del Plan de Prevención de Incendios Forestales (PPIF), desarrollado junto a la FAO, la Universidad Nacional de los Comechingones y la Secretaría de Ambiente provincial.
San Luis avanza en su estrategia de protección y preservación de los ecosistemas serranos. Con una reunión en la ciudad de La Punta, concluyeron los talleres participativos del Plan de Prevención de Incendios Forestales (PPIF), correspondientes al corredor oeste de las Sierras Centrales.
Fueron en total cinco encuentros de trabajo técnico y territorial, que reunieron a representantes del Estado provincial, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Universidad Nacional de los Comechingones (UNLC) y las comunidades locales. En los próximos meses se realizarán los talleres de conclusiones, donde se presentarán los resultados y lineamientos finales.
El cierre de esta etapa contó con la presencia del intendente Luciano Ayala, el secretario de Medioambiente local Eugenio Isaía, y las autoridades provinciales Federico Cacace, secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable; Daniela Montalvini, directora de Desarrollo Sustentable y Gestión Climática; Eugenia Pérez Cubero, directora de Coordinación General; y Giuliana Torti, subdirectora de Áreas Naturales Protegidas.
“La Provincia recibirá más de un millón de dólares para el PPIF de las Sierras Centrales y otros cien mil para la Universidad Nacional de los Comechingones. Son fondos internacionales destinados a productores, comunidades rurales y acciones concretas de prevención”, explicó Cacace.
Por parte de la UNLC participaron el coordinador ejecutivo Victorio Ángel Patetta, la vicerrectora Mariela Celeste Gabriel, el coordinador técnico Juan Franco Todone, la secretaria académica Estefanía Busto, y los licenciados Gustavo Romero, Diana Tarcetano y la ingeniera Laura Piombo.
El área de intervención del plan comprende 177.800 hectáreas, de las cuales casi 100.000 corresponden a bosque nativo, principalmente en zonas de categoría roja por su alto valor ambiental. Estos ecosistemas serranos garantizan más del 85% del agua de consumo humano y productivo de San Luis, además de constituir una barrera vital frente a los incendios recurrentes que afectan al territorio provincial.
Con el cierre de los talleres, San Luis avanza hacia una gestión ambiental más integrada, con foco en la prevención, la restauración del bosque nativo y el trabajo conjunto entre instituciones y comunidades.