El Consejo del Salario Mínimo volverá a reunirse el próximo 26 de noviembre, convocado oficialmente por el Gobierno Nacional para definir un nuevo incremento del Salario Mínimo, Vital y Móvil y la actualización de las prestaciones por desempleo.
La medida quedó formalizada este martes mediante la Resolución 6/2025, publicada en el Boletín Oficial y firmada por Claudia Silvana Testa, presidenta alterna del Consejo. La decisión busca establecer una nueva base de ingresos en medio del impacto inflacionario que sigue golpeando el poder adquisitivo de trabajadores y beneficiarios.
El encuentro se realizará de manera virtual, una modalidad que se mantuvo durante los últimos años para facilitar la participación de los representantes gremiales y empresariales de todo el país.
Según el cronograma oficial, la jornada se dividirá en tres instancias clave:
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10:00 horas: Reunión de la Comisión del Salario Mínimo, Vital y Móvil y Prestaciones por Desempleo. Se debatirá la determinación del salario y los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo.
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12:30 horas: Sesión plenaria ordinaria del Consejo, que tratará las propuestas elevadas por la comisión.
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14:00 horas: Segunda convocatoria a sesión plenaria, en caso de ser necesaria.
El plenario está compuesto por 16 representantes de los trabajadores y 16 de los empleadores, bajo la coordinación del Ministerio de Capital Humano, que actúa como autoridad de aplicación.
La reunión del Consejo del Salario Mínimo será decisiva para definir el piso salarial que regirá en los últimos meses del año y, probablemente, los primeros de 2026. Se espera que los gremios impulsen un aumento que compense la pérdida real de los salarios frente a la inflación acumulada, mientras que el sector empresario buscará atenuar el impacto en costos laborales.
El salario mínimo actual, vigente desde agosto, se ubica en torno a los $300.000 brutos. Sin embargo, según estimaciones privadas, la canasta básica total supera los $650.000 para una familia tipo, lo que deja en evidencia la brecha entre ingresos y gastos esenciales.
En ese contexto, el Consejo deberá analizar también el ajuste de las prestaciones por desempleo, que actualmente tienen un mínimo y máximo que dependen directamente del valor del salario mínimo. Este punto es clave para los beneficiarios que perdieron su fuente laboral en los últimos meses.
La definición llega en un momento de fuerte tensión económica, con reclamos sindicales que advierten sobre la pérdida de más del 30% del poder adquisitivo en sectores con ingresos mínimos. Los gremios más representativos, como la CGT y las CTA, ya anticiparon que pedirán una suba superior al 25%, mientras que las cámaras empresarias reclaman prudencia y previsibilidad.
Además, el resultado del plenario tendrá un efecto directo sobre múltiples programas sociales, becas y planes de empleo que se calculan en base al salario mínimo. Entre ellos, las asignaciones por desempleo, los programas de inserción laboral y los beneficios complementarios para trabajadores informales.
El Gobierno busca evitar un conflicto político o sindical mayor, y apuesta a que el Consejo del Salario Mínimo logre un acuerdo por consenso, como ocurrió en las últimas dos reuniones. Sin embargo, fuentes cercanas al Ministerio de Capital Humano no descartan la posibilidad de que el incremento se apruebe por mayoría simple, en caso de no alcanzar la unanimidad.
La convocatoria se da en un escenario de ajuste fiscal y contención salarial, donde el Ejecutivo intenta equilibrar las cuentas públicas sin frenar la reactivación económica. El desafío será establecer un salario mínimo que, sin generar más inflación, permita recuperar el poder de compra de millones de trabajadores argentinos.

