Por Redacción 
Lo enviaron al Penal por 120 días. La defensa pidió domiciliaria, pero fue rechazada por riesgo procesal.
David Héctor Cabrera fue enviado al Penal de San Luis. La jueza de Garantía, Natalia Lazarte Otero, ordenó su prisión preventiva por 120 días. Lo acusan de asesinar de un disparo a Claudio Fernando Albornoz e intentar matar a su hermano Diego, en un hecho brutal que sacudió a Juana Koslay.
El crimen ocurrió la madrugada del 7 de julio, en circunstancias que aún se investigan. Pero los testimonios directos no dejan dudas sobre la violencia del hecho. La defensa alegó “emoción violenta”, pero el cuadro judicial se agravó.
La audiencia se realizó este jueves, tras vencerse la prórroga de detención que había solicitado el defensor Rodolfo Mercau. Participaron el fiscal Esteban Roche, el querellante Ramiro Rubio y también la pareja del acusado.
El abogado defensor insistió en que hubo un forcejeo. Dijo que su defendido salió de su casa tras escuchar gritos y regresó llorando. Según testigos que aportó, Cabrera habría sido víctima de acoso constante por parte de los hermanos Albornoz. Incluso mencionó que el imputado estaba bajo tratamiento psicológico y que no portaba arma alguna.
También pidió el beneficio de prisión domiciliaria por razones familiares. Cabrera tiene dos hijos menores y su pareja cursa un tratamiento oncológico. Pero los argumentos no convencieron.
Roche y Rubio rechazaron rotundamente la domiciliaria. Afirmaron que existe un riesgo procesal grave, ya que el domicilio del acusado está cerca de los testigos. Además, remarcaron la gravedad del crimen y la intencionalidad del ataque.
La jueza hizo lugar a la imputación formal:
Homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, en perjuicio de Claudio Albornoz.
Homicidio simple en grado de tentativa, también con arma, contra Diego Albornoz.
Cabrera fue trasladado al Servicio Penitenciario provincial. La medida regirá por cuatro meses, mientras se avanza en la investigación y se espera que la causa sea elevada a juicio.
“El imputado los estaba esperando. Cuando se produjo un corte de luz en la calle, Claudio y un amigo salieron. Fue ahí cuando Cabrera disparó sin mediar palabra. Primero al piso, luego directo al rostro de Claudio y al cuello de Diego”, relató el abogado querellante Ramiro Rubio.
Diego, el hermano sobreviviente, sufrió una herida con orificio de entrada y salida en el cuello. Ya se encuentra fuera de peligro, pero carga con un trauma difícil de procesar: presenció la ejecución de su hermano.
Rubio descartó por completo la versión de hostigamiento hacia Cabrera:
“Los Albornoz no estaban armados. El arma fue traída por el imputado. Ahora la defensa intentará centrar todo en el supuesto motivo, pero lo concreto es que mató.”
La familia del fallecido exige justicia. Quieren que se conozca toda la verdad y que la pena sea ejemplar y acorde a la ley. El proceso judicial recién empieza, pero el primer paso ya se dio: el acusado duerme en una celda.
Hector Acosta 
Natalia Ciliento