Por Natalia Ciliento 
Queridos vecinos de La Punta, me dirijo a ustedes hoy con una mezcla de esperanza y decepción. Recientemente, se ha conformado un equipo de imagen y comunicación en nuestro municipio, una iniciativa que, sin duda, era necesaria. Sin embargo, como siempre, hay ciertos obstáculos que amenazan con socavar incluso los mejores esfuerzos.
¿Cómo es posible que una aplicación para reclamos haya sido lanzada sin siquiera informar a la comunidad de su existencia? ¿Acaso la transparencia y la participación ciudadana son solo palabras vacías en el discurso político?
Y no podemos ignorar el hecho de que la fanpage de Facebook, supuestamente una ventana a la información municipal, dirija a una página web que hace tiempo dejó de estar vigente. ¿Qué mensaje envía esto sobre nuestra capacidad para mantenernos al día con las demandas del mundo digital?
Peor aún, cuando buscamos respuestas, somos remitidos a esa misma web obsoleta, solo para descubrir que la información que necesitan no ha sido actualizada. ¿Cómo puede un equipo de comunicación fallar tan estrepitosamente en una tarea tan fundamental como transmitir información precisa y oportuna?
Nos enfrentamos a una situación en la que la funcionalidad básica de un equipo de comunicación está en entredicho. ¿Es una cuestión de falta de experiencia? ¿De falta de interés en el trabajo que se realiza? ¿O simplemente estamos sobrecargando a unos pocos con una responsabilidad demasiado grande para manejar?
Mientras tanto, los vecinos, aquellos que más necesitan información, se encuentran atrapados en una cadena de desastres comunicacionales. Es hora de que nos preguntemos: ¿dónde está la verdadera responsabilidad y el compromiso con el bienestar de nuestra comunidad?
Natalia Ciliento
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