Por Natalia Ciliento 
El panorama para el fútbol femenino en San Luis se oscurece cada vez más. La reciente decisión del Gobierno provincial de suspender los subsidios a San Luis Fútbol Club pone en riesgo la participación del equipo en todas sus categorías, incluyendo la Primera División.
Esta medida, tomada con la excusa de una deuda y la compra irregular de un colectivo, deja al descubierto la verdadera cara de un gobierno que no solo es incapaz de gestionar recursos públicos de manera responsable, sino que también parece tener una clara animadversión hacia las mujeres deportistas.
Es importante recordar que, hace apenas dos meses, el secretario de Deportes de la provincia, Gabriel Rivero, había prometido el apoyo del Gobierno al club. Sin embargo, sus palabras se las llevó el viento, evidenciando una falta de compromiso y seriedad por parte de las autoridades.
Las «Pibas» de San Luis Fútbol Club no solo han sido víctimas de la ineptitud del Gobierno, sino que también han debido enfrentar el destrato y la discriminación. Hace un mes, las jugadoras denunciaron la falta de contratos y el acceso al estadio «Juan Gilberto Funes» para sus partidos como local.
Esta situación no solo es injusta para las jugadoras, sino que también es un golpe al desarrollo del fútbol femenino en la provincia. San Luis Fútbol Club ha sido un ejemplo de esfuerzo y dedicación, logrando ascensos y destacándose en la competencia nacional. Sin embargo, ahora se ve amenazado por la falta de apoyo y la hostilidad del Gobierno.
Es hora de que las autoridades provinciales se hagan responsables de sus actos y tomen medidas para garantizar el futuro del fútbol femenino en San Luis. No se puede permitir que la ineptitud y la misoginia ahoguen el talento y la pasión de estas jóvenes deportistas.
¡El fútbol femenino no se vende! ¡El fútbol femenino se defiende!
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