Por Hector Acosta 
El lunes 18 de agosto por la tarde, un nuevo caso de maltrato animal en San Luis generó indignación. Policías de la Comisaría Seccional 30° rescataron a un caballo golpeado en plena vía pública y demoraron a un joven de 18 años.
El operativo se desarrolló en inmediaciones de las calles Amaro Galán y Ardiles. Allí, los efectivos observaron a un individuo que conducía un carro con escombros tirado por un caballo. El sujeto, según constataron los uniformados, golpeaba al animal con una varilla.
Los policías identificaron de inmediato al joven, de tan solo 18 años, y solicitaron la intervención de personal de Control Urbano y del Refugio de Contención Animal Municipal. Los especialistas verificaron que el equino presentaba claros signos de maltrato: deshidratación, agotamiento y ausencia de herraduras en sus patas.
Ante esta situación, se procedió al secuestro del carro por parte de Tránsito Municipal y al traslado del caballo al Refugio, donde recibió atención veterinaria y cuidados específicos para su recuperación.
El joven quedó demorado en la Comisaría Seccional 30° para averiguación de antecedentes y medios de vida, mientras se le notificó a la Fiscalía de Instrucción a cargo del Dr. José Olguín y el fiscal adjunto, Dr. Marcelo Palacios. Ambos dispusieron actuaciones de oficio en el marco de la Ley N° 14.346 de Maltrato Animal.
Agresión contra el personal del Refugio
Durante el traslado del equino, el personal del Refugio de Contención Animal sufrió una agresión en calle Ardiles y pasaje Montero. Personas desconocidas, entre ellas menores de edad, arrojaron piedras contra el vehículo particular utilizado en el operativo, ocasionando daños materiales.
El hecho se sumó al clima de tensión generado por el rescate, pero no impidió que el caballo fuera puesto a resguardo.
Una problemática que requiere firmeza
Este nuevo episodio de maltrato animal en San Luis vuelve a poner en debate la necesidad de mayor conciencia social y aplicación rigurosa de la ley. El accionar policial, el acompañamiento del Refugio y la intervención judicial dejaron en claro que se trata de un delito tipificado, con sanciones previstas para quienes ejerzan violencia sobre los animales.
El caballo rescatado será evaluado y tratado por veterinarios, con el objetivo de su recuperación total. En tanto, las autoridades continúan investigando lo ocurrido, para determinar responsabilidades adicionales y garantizar que el hecho no quede impune.
El caso refleja la importancia de la denuncia ciudadana y la acción conjunta de fuerzas de seguridad, áreas municipales y organizaciones de protección animal, que buscan frenar el maltrato y promover un cambio cultural hacia el respeto por la vida animal.
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Natalia Ciliento