El anuncio de los representantes de San Luis rumbo al Cosquín 2026 encendió el orgullo cultural provincial después de dos jornadas intensas en La Punta. El Pre Cosquín 2025/26 volvió a demostrar que la identidad folclórica puntana no solo se sostiene: evoluciona, crece y se planta con fuerza en la escena nacional. El Polideportivo de la Ciudad de La Punta se convirtió en escenario de emoción, talento y competencia, siempre atravesado por un nivel artístico que obliga a mirar a San Luis con otros ojos.
El 22 y 23 de noviembre, músicos, cantores y bailarines desbordaron técnica, pasión y oficio ante un público que acompañó cada presentación. Con el respaldo del Ministerio de Turismo y Cultura, el certamen se desarrolló con una organización afinada, capaz de impulsar a artistas emergentes y también a referentes con trayectoria. El lunes 24, durante el cierre provincial, se dieron a conocer los nombres que llevarán la bandera sanluiseña al escenario mayor del folclore argentino: la Plaza Próspero Molina.
La delegación quedó conformada por Candela Medero (Malambo Solista Femenino), Agustín Guiñazú (Malambo Solista Masculino), la pareja Ávalos–Farías (Baile Tradicional), Luna–Mancheto (Baile Estilizado), Franklin Lucero con Recuerdos del alma (Canción Inédita), los solistas vocales Celia Abigail Lugea y Carlos Villegas, el solista instrumental Emmanuel Aguilera, el Septeto de Guitarras Cuyanas como Conjunto Instrumental y la Escuela de Arte de San Luis como Conjunto de Baile Folclórico. Una lista sólida, diversa y técnicamente consistente, que deja en evidencia el crecimiento artístico provincial.
La selección de este año marca una diferencia notable. Cada disciplina mostró un nivel competitivo que obliga a repensar el lugar que San Luis ocupa en el mapa cultural nacional. El Pre Cosquín no es un simple escenario de paso: es un filtro exigente donde se pulen propuestas, estilos y puestas en escena. Por eso, que esta delegación haya quedado seleccionada no responde solo al talento individual, sino a un proceso colectivo que combina formación, acompañamiento estatal y autogestión artística.
El impacto cultural del anuncio va más allá del certamen. San Luis necesita afianzar su presencia en festivales nacionales que reconozcan su identidad como parte esencial del folclore argentino. Por eso, esta delegación no viaja solo para competir. Viaja para dejar una marca. Viaja para posicionar a la provincia como un semillero real de músicos y bailarines capaces de disputar lugares en escenarios donde la tradición se mezcla con lo contemporáneo.
El acompañamiento del Ministerio de Turismo y Cultura también busca consolidar una estrategia mayor: convertir a San Luis en un polo de producción cultural regional. Si la provincia quiere ese lugar, necesita más instancias como el Pre Cosquín, donde la profesionalización artística se combine con oportunidades concretas. En este contexto, el anuncio de los representantes funciona como un impulso directo a la escena local y como un mensaje claro hacia afuera: San Luis tiene con qué.
La Delegación 2026 refleja esfuerzo, trayectorias y un compromiso profundo con la identidad folclórica provincial. Cada artista carga con su propio camino, pero todos comparten un objetivo común: llevar a San Luis al punto más alto de la competencia. La participación en Cosquín será una vidriera nacional que podría transformar carreras, consolidar proyectos y abrir puertas para nuevas generaciones.
Mientras tanto, el clima en la provincia es de celebración. La comunidad artística reconoce el logro como propio. Las familias viven el anuncio con orgullo. Y el público, siempre atento, espera verlos en el escenario mayor. San Luis rumbo al Cosquín 2026 no es solo una frase. Es un compromiso colectivo. Es un viaje emocional y cultural que vuelve a poner a la provincia en el centro del mapa folclórico argentino.

