Por Redacción 
Desde su celda en San Luis, Rafael Churquina comandó una banda dedicada al narcotráfico, lavado de dinero y sobornos. Ocho imputados aceptaron culpabilidad en juicio abreviado.
Una compleja red narco liderada desde la celda número 5 de la Unidad 1 del Servicio Penitenciario de San Luis fue desarticulada tras una extensa investigación federal. Rafael Dante Churquina, detenido por abuso sexual, coordinaba el tráfico de cocaína desde Bolivia, blanqueaba dinero y contaba con la protección de funcionarios penitenciarios.
El operativo comenzó en abril de 2023 tras una denuncia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Escuchas telefónicas, seguimientos y allanamientos revelaron una estructura criminal con ramificaciones en varios puntos, que involucraba a civiles, penitenciarios y una red de testaferros.
En agosto de 2023 se interceptó en Jujuy una carga de 5,264 kilos de cocaína proveniente de Bolivia. La investigación demostró que Churquina tenía acceso irrestricto a teléfonos dentro del penal y dirigía operaciones de lavado mediante compra-venta de vehículos y préstamos informales, con apoyo de cómplices como Lorena Ramallo y Milagros Simioli.
La corrupción institucional quedó al descubierto: la celda VIP de Churquina contaba con computadoras, celulares y balanzas, y el registro de visitas fue manipulado para ocultar encuentros clave. Sobornos a funcionarios penitenciarios facilitaron la impunidad.
El miércoles, ocho integrantes aceptaron su culpabilidad en un juicio abreviado. Churquina enfrenta 12 años de prisión y una multa millonaria. El caso desnuda fallas graves en la seguridad carcelaria y el combate al narcotráfico en San Luis.
Hector Acosta 
Natalia Ciliento